Esta semana, REBUILD 2025 está abordando en Madrid las estrategias técnicas, normativas y de diseño para reducir las emisiones del sector y mejorar el confort de los usuarios en relación a la rehabilitación y la eficiencia energética para avanzar hacia la descarbonización total en 2050, en línea con los nuevos objetivos marcados por la Unión Europea.
La reciente Directiva de Eficiencia Energética en Edificios (EPBD), impulsada por la Comisión Europea, marca un calendario progresivo de cumplimiento, comenzando en 2026 con la exigencia de neutralidad climática para todos los edificios nuevos ocupados o gestionados por autoridades públicas. A partir de 2028, será obligatorio declarar el potencial de calentamiento global de los edificios de más de 1.000 m2 desde las fases iniciales del proyecto.
En este contexto, el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana ha estado presente en REBUILD 2025 a través de figuras como Iñaqui Carnicero, secretario general de vivienda y agenda urbana. Carnicero ha defendido el potencial de la rehabilitación, declarando que "muchos de los edificios de nuestro país se construyeron hace más de 40 años", y ha remarcado que "la sostenibilidad ya no es un valor añadido, sino un imperativo legal que plantea una nueva forma de habitar las ciudades".
También ha intervenido María Teresa Verdú, directora general de agenda urbana y arquitectura, quien ha señalado que "las ciudades son los escenarios en los que se va a batallar esta transición energética, dada la elevada contribución de los edificios a las emisiones de CO2 y el consumo energético".
Uno de los desafíos actuales es el cálculo del carbono embebido, es decir, las emisiones asociadas a todo el ciclo de vida de los materiales de construcción. César Bartolomé, director de tecnología del instituto español del cemento y sus aplicaciones, y Antonio García, profesor titular de la Universidad de Sevilla, han coincidido en la urgencia de contar con herramientas y bases de datos sólidas para medirlo con precisión.
Nicolás Bermejo, director técnico y de sostenibilidad de Saint-Gobain, ha subrayado la necesidad de analizar el carbono embebido en el contexto completo del edificio, mientras que Carlos Martínez, de Sodeca, ha advertido que el carbono operacional, vinculado al uso del edificio, "no va a desaparecer", y ha destacado el papel de instrumentos como los Certificados de Ahorro Energético para impulsar soluciones más eficientes.
El arquitecto británico Andrew Waugh ha aportado su visión en torno al uso de la madera como material constructivo. Waugh ha abogado por edificar menos y reutilizar más: "Debemos construir de forma más ligera, reutilizar lo que ya tenemos y elegir materiales duraderos, reciclables y con baja huella de carbono".
Waugh ha descrito su experiencia con la madera como un cambio de paradigma frente al hormigón y el acero, destacando sus cualidades técnicas y estéticas. Además, ha compartido que uno de sus proyectos actuales se centra en la reutilización de madera tecnológica, avanzando incluso la exploración de fábricas que transformen paneles existentes de CLT (madera contralaminada) en nuevos productos constructivos.