El sector inmobiliario encara 2025 con buenas perspectivas en financiación, compraventas residenciales y concesión de crédito, aunque su evolución dependerá en gran medida del ajuste de los tipos de interés. Así lo expuso Sandra Daza, CEO de Gesvalt, en el desayuno editorial "¿Cómo afronta el 2025 el sector inmobiliario?", organizado por Observatorio Inmobiliario, donde analizó los factores clave que marcarán el nuevo ejercicio.
Durante su intervención, Daza valoró 2024 como un año "razonablemente bueno", destacando la reactivación de la demanda en el mercado residencial y el repunte en la concesión hipotecaria tras la bajada de los tipos de interés. De hecho, este dinamismo se reflejó, tras varios meses al alza, en un incremento del 13,4% en el número de hipotecas sobre viviendas inscritas en diciembre de 2024, en comparación con el mismo mes del año anterior, según datos del INE.
En línea con esta tendencia, Gesvalt, copatrocinadora del encuentro profesional, experimentó un crecimiento significativo durante el primer semestre de 2024, con un aumento del 16% en su facturación respecto al mismo periodo de 2023. Al cierre del año, la compañía registró un crecimiento total del 20%, alcanzando ingresos superiores a los 25 millones de euros. Este desempeño consolidó su objetivo de crecimiento sostenido y coincidió con la implementación de un nuevo plan estratégico enfocado en la diversificación de servicios y el fortalecimiento de su compromiso con la innovación y la digitalización.
En mayo de 2024, anticipándose al crecimiento del mercado hipotecario, Gesvalt creó la dirección de Negocio y Procesos Bancarios para impulsar esta área. Esta decisión se alineó con las tendencias del mercado, que mostraron un aumento acumulado del 9,9% en el número de hipotecas registradas en los primeros once meses de 2024, acercándose al medio millón de operaciones.
La inestabilidad regulatoria, el obstáculo de la inversión
No obstante, durante la mesa de debate consideró que uno de los mayores retos sigue siendo la atracción de inversión internacional, un aspecto que, en su opinión, se ve condicionado por la falta de estabilidad en el marco regulatorio. Advirtió que los continuos cambios normativos generan incertidumbre y dificultan la llegada de capital extranjero, lo que obliga al sector a actuar con cautela.
En este sentido, según datos preliminares del Registro de Inversiones, en el primer semestre de 2024, España recibió 11.763 millones de euros en inversión extranjera directa, una cifra ligeramente inferior al mismo periodo del año anterior (-3,7%), pero que se sitúa por encima de la media de los últimos cinco años.
Además, el Consejo de Ministros ha aprobado recientemente la prórroga del régimen transitorio de suspensión de liberalización de determinadas inversiones extranjeras, lo que implica que ciertas inversiones requieren autorización previa.
Esta situación normativa, junto con la incertidumbre económica global, puede generar cautela entre los inversores internacionales, afectando potencialmente la afluencia de capital extranjero al sector inmobiliario español.
En el ámbito de la financiación, Daza coincidió con otros expertos en que 2025 puede ser un escenario de aceleración para la financiación alternativa, debido al trabajo realizado en los últimos años para consolidar este modelo como complemento a la financiación bancaria tradicional. Asimismo, destacó la importancia de cuidar la percepción del sector inmobiliario tanto a nivel nacional como internacional, ya que, en su opinión, en algunos segmentos esta imagen puede verse afectada por la inestabilidad regulatoria.

Desde su punto de vista, sectores como el hotelero y el de residencias de estudiantes, donde España se mantiene como un destino clave a nivel global, podrían verse menos impactados por este contexto. Sin embargo, en otros segmentos del mercado inmobiliario, los constantes cambios normativos podrían generar una mayor incertidumbre para los inversores. Como ejemplo, señaló el caso de las SOCIMIS, un vehículo consolidado en muchos países, pero que en España ha afrontado incertidumbres regulatorias en los últimos años.
Según datos de diciembre de 2019, la capitalización bursátil de las SOCIMI superaba los 26.083 millones de euros, con una valoración de activos en cartera de 52.199 millones de euros. Además, en 2023, el 70% del capital de las SOCIMI provino de inversores extranjeros, lo que subraya su atractivo internacional.
Sin embargo, los cambios normativos propuestos por el Gobierno sobre el régimen fiscal especial generan preocupación en el sector y pueden desalentar la inversión extranjera, afectando negativamente al mercado inmobiliario español.
El problema del suelo sigue lastrando la producción de vivienda
Daza también se refirió a uno de los desafíos estructurales del sector: la escasez de suelo finalista. En línea con otras voces del sector, coincidió en que la transformación del suelo es un proceso complejo y lento, condicionado por la burocracia urbanística. Según se destacó en el debate, este proceso puede superar los 20 años en algunos casos, lo que complica la puesta en carga de nuevos desarrollos residenciales. En su opinión, una mayor agilidad en la gestión del suelo permitiría avanzar en la creación de oferta de vivienda asequible, un aspecto clave en el actual contexto del mercado.
De hecho, la necesidad de agilizar la transformación del suelo en España es apremiante, ya que el ritmo de creación de nuevos hogares supera con creces la producción de viviendas, generando un déficit habitacional significativo. Según datos del INE, en 2023 se conformaron 278.000 nuevos hogares, elevando el total a 19,2 millones. Este incremento se debe, en parte, a la llegada de población inmigrante y a la reducción del tamaño medio de los hogares.
Sin embargo, la construcción de nuevas viviendas no ha seguido el mismo ritmo. Actualmente, España finaliza menos de 90.000 viviendas al año, lo que es insuficiente para cubrir las necesidades de la demanda de los nuevos hogares que se crean.
Este desajuste entre la oferta y la demanda ha llevado al Banco de España a estimar un déficit de 600.000 viviendas hasta 2025. Por lo tanto, agilizar los procesos de transformación y gestión del suelo es esencial para aumentar la oferta de vivienda asequible y equilibrar el mercado inmobiliario español.
Sobre esta evolución del mercado y los desafíos que marcarán 2025, Sandra Daza compartió sus conclusiones en el desayuno editorial:
Un 2025 con oportunidades, pero con desafíos que requieren gestión
El desayuno editorial de Observatorio Inmobiliario sirvió como espacio de reflexión sobre el futuro del sector inmobiliario en España. En el caso de Gesvalt, su CEO, Sandra Daza, subrayó la necesidad de aprovechar los vientos favorables en financiación y demanda residencial, pero sin perder de vista los retos regulatorios y la atracción de inversión internacional.
Como parte de su estrategia de adaptación al mercado y diversificación, Gesvalt ha reforzado su apuesta por la innovación con el lanzamiento en 2024 de una nueva área de valoración de activos digitales. La compañía considera que la digitalización del sector financiero y la creciente adopción de NFTs, criptomonedas y tecnología blockchain abren nuevas oportunidades de inversión, pero también plantean desafíos en materia de regulación y gestión del riesgo. Con esta nueva división, Gesvalt busca proporcionar herramientas que faciliten la toma de decisiones en financiación, inversión y cumplimiento normativo, ayudando a las empresas a integrar estos activos en su planificación estratégica.
Con su participación en el desayuno editorial de perspectivas inmobiliarias 2025, Sandra Daza y Gesvalt reafirmaron su compromiso con el análisis y la interpretación de las tendencias del mercado, ofreciendo su visión sobre un año que, aunque presenta oportunidades, exigirá una gestión prudente, innovación y adaptación a los nuevos retos del sector inmobiliario y financiero.