"Avanzaremos hacia la estabilización de la ocupación porque las oficinas son un activo fundamental"

El sector de oficinas en España demuestra una mayor resiliencia que en otros países. Adriana Gorri, head of markets de JLL, explica que la tasa de ocupación se sitúa en torno al 75% y que los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza están cobrando una gran importancia. Para la consultora, las oficinas situadas en las zonas céntricas siguen siendo las más atractivas. La ocupación de oficinas se ha mantenido a pesar de la consolidación del teletrabajo. ¿Esperan que se siga manteniendo fuerte? Adriana Gorri: Tras la crisis sanitaria de 2020, todo apuntaba a que la tendencia profesional se inclinaría hacia en remoto; no obstante, con el tiempo, el trabajo desde la oficina y el teletrabajo han ido alineándose hasta llegar al actual modelo híbrido. Aunque la tendencia puede variar considerablemente según el sector o la cultura empresarial, estamos en un momento en que la tendencia es acudir a la oficina, de media, tres días a la semana. De cara a los próximos años, avanzaremos hacia la estabilización de la ocupación porque las oficinas son un activo fundamental para la transmisión del conocimiento y de la cultura corporativa, el trabajo colaborativo y la construcción de relaciones sociales. ¿Está el segmento de oficinas en España siendo más resiliente que en otros países? A.G: Sí, indudablemente. En comparación con otros países, el segmento de oficinas en España demuestra una mayor resiliencia. Por ejemplo, en Estados Unidos, este sector atraviesa una crisis significativa. La cultura de cada país ejerce una influencia sustancial en las políticas empresariales y, en muchos lugares, la vuelta a las oficinas tras la pandemia no se ha producido de manera tan extensa como ha ocurrido en España. En el país, la tasa de ocupación se sitúa en torno al 75%, similar a la media europea. Estas cifras son especialmente positivas si las comparamos con el mercado estadounidense, donde apenas alcanzan un 50% de ocupación, influido por los mayores tiempos de desplazamiento y la flexibilidad. "La evolución de las exigencias de los inquilinos refleja una combinación de criterios tradicionales de calidad y ubicación con una creciente sensibilidad hacia aspectos ESG y la digitalización"¿Cree que realmente ya está claro el futuro del trabajo híbrido en las empresas o todavía vamos a ver muchos cambios? A.G: El trabajo híbrido, entendido como la combinación de trabajar desde las oficinas corporativas y desde casa, está ya plenamente consolidado. Recientemente, son muchas las empresas que han comenzado a abogar por el regreso a la oficina, aunque sigue siendo una tendencia sin perfilarse y la gran mayoría de compañías apuestan o defienden hoy en día el modelo híbrido en el que la asistencia a la oficina está en una media de tres días por semana. Pero numerosos factores como el sector de actividad de la empresa, el número, la edad o el momento vital de los empleados, si el centro de trabajo ofrece espacios de calidad o la productividad y rendimiento del trabajador influyen enormemente en el modelo que aplica cada empresa. ¿Cómo siguen evolucionando las exigencias que piden los inquilinos? A.G: La evolución de la demanda de los inquilinos ha experimentado cambios significativos en los últimos años. A día de hoy, los aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) han cobrado gran relevancia, lo que ha impulsado la preferencia por activos inmobiliarios con sólidas credenciales en estos ámbitos. Los inquilinos muestran interés en espacios que no solo cumplen con los estándares de calidad habituales, sino que también se adhieren a prácticas sostenibles y éticas. La alta preparación tecnológica de los inmuebles también ha emergido como un factor crucial en la toma de decisiones de los inquilinos. La demanda de espacios que integren soluciones tecnológicas eficientes se ha vuelto esencial en un mundo cada vez más digitalizado. Por otro lado, la ubicación sigue siendo un factor clave. Los inquilinos buscan activos situados estratégicamente en zonas céntricas o con proximidad a servicios básicos y conexión con redes de transporte. En resumen, la evolución de las exigencias de los inquilinos refleja una combinación de criterios tradicionales de calidad y ubicación con una creciente sensibilidad hacia aspectos ESG y la digitalización. "Nos enfrentamos al desafío la escasa disponibilidad que presentan las zonas céntricas en comparación con la creciente demanda, lo que ha provocado un significativo aumento de las rentas"¿Qué potencial están ganando ubicaciones secundarias para las oficinas gracias al teletrabajo y los nómadas digitales? A.G: Se ha consolidado un mercado a dos velocidades: por un lado, las oficinas Grado A por su ubicación y certificaciones ESG y, por otro, los inmuebles ubicados en zonas menos prime. Uno de los retos que tienen ahora mismo los propietarios de estos últimos es el de invertir en modernizar sus activos adaptándolos al diseño de los espacios de trabajo que impone la nueva concepción de la oficina como un destino de trabajo colaborativo y en equipo. ¿Las ubicaciones periféricas se van a mostrar más atractivas o las zonas centrales seguirán siendo las principales? A.G: Las oficinas situadas en las zonas céntricas de la ciudad siguen siendo las más atractivas para las compañías. Pero nos enfrentamos al desafío de la escasa disponibilidad que presentan estas zonas en comparación con la creciente demanda, lo que ha provocado un significativo aumento de las rentas. Esto ha impulsado un cambio de tendencia hacia las zonas periféricas, que ofrecen una mayor disponibilidad y, a menudo, mantienen precios más estables o incluso experimentan descensos, especialmente en activos que pueden no ser tan atractivos para la demanda. Estas ubicaciones están ganando importancia como una alternativa viable, proporcionando a las empresas opciones más accesibles en un mercado donde la competencia por las ubicaciones centrales es cada vez más desafiante.

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