Este trío de empresas se han aliado para facilitar la puesta en marcha de medidas dirigidas a mejorar la compraventa y la certificación energética de la vivienda de segunda mano
El acuerdo supone que cualquier propietario que encargue la venta de su vivienda a alguna de las 100 oficinas que ya se han sumado al proyecto Alfa Green en todo el país recibirá, sin coste alguno, una auditoría de eficiencia energética de su vivienda, realizado por Gesvalt, y un presupuesto personalizado de proyecto de mejora de eficiencia energética, elaborado por Gibobs Ecoestates, la marca de la fintech dirigida a los proyectos de sostenibilidad. Estos presupuestos incluyen la instalación de placas fotovoltaicas, enchufes eléctricos de coche, geotermia, aerotermia y proyectos de aislamiento térmico/sonoro y cualquier otro que el cliente esté demandando.
Además, gracias a la relación de Gibobs con las principales entidades financieras del país, el comprador puede incluir la inversión para la mejora de la eficiencia energética en su préstamo hipotecario con el banco elegido, y "con las mejores condiciones del mercado", apuntan.
De acuerdo con el promedio de los primeros presupuestos elaborados por las compañías, con este acuerdo podría lograrse una reducción de las emisiones de CO2 del 60% y un ahorro del 70% en el consumo energético por propiedad, dependiendo de su tipología.
En un país como España, donde hay 13 millones de hogares con una media de 40 años de antigüedad y una certificación energética promedio de E, esta iniciativa podría acelerar la mejora energética del parque inmobiliario español, donde la vivienda de segunda mano supone el 88% de las transacciones anuales, apunta Óscar Bañó, cofundador de Gibobs Allbanks. En su opinión, ahora "los ciudadanos tienen la oportunidad de transformar su hogar en una ecopropiedad sin importar su antigüedad".
En este sentido, Sandra Daza, directora general de Gesvalt, añade que esto "supone un aliciente para los compradores y arrendatarios para revalorizar su vivienda".