La inversión en el residencial continúa ganando peso dentro del mercado inmobiliario español. Así lo recoge el informe Spain Living Investor Survey 2025, elaborado por Cushman & Wakefield, que sitúa el volumen de inversión en activos Living, que incluyen Build to Rent, flex living, co-living y senior living, en 2.700 millones de euros en 2024, lo que representa ya un 30% del total invertido en real estate en España.
El estudio señala que el capital se está reorientando hacia formatos habitacionales más accesibles, adaptables y sostenibles, en consonancia con los cambios en los estilos de vida urbanos. Dentro de las tipologías más atractivas para los inversores destacan el Build to Rent, señalado por un 88 % de los encuestados, y las residencias de estudiantes (PBSA), con un 85%. También muestran interés el co-living (66%) y la vivienda asequible (54%).
En cuanto a las estrategias de inversión, el informe destaca la preferencia por el desarrollo de proyectos desde cero (greenfield) o con potencial de revalorización (value-add), con un 29% del interés. Le siguen las joint ventures estratégicas (23%) y la adquisición de suelo con enfoque oportunista (15%), lo que refleja un equilibrio entre riesgo asumido y expectativas de crecimiento.
“El interés por el sector Living sigue al alza y se intensifica en este nuevo escenario, donde el reto no es solo construir más, sino construir mejor: adaptado a la demanda real, con vocación de permanencia y con rentabilidades sostenibles en el tiempo”, afirma Geoff McCabe, Associate del Capital Markets Group en Cushman & Wakefield.
El informe también señala un cambio progresivo en el mapa geográfico de interés inversor. Aunque Madrid y Barcelona continúan liderando, crece la atención hacia ciudades como Valencia, Málaga, Sevilla o Bilbao, que combinan dinamismo económico, calidad de vida y oportunidades de desarrollo urbano.
En cuanto a las expectativas de rentabilidad, más de la mitad de los inversores prevé retornos no apalancados de entre el 11% y el 15% en los próximos cinco años, lo que refuerza la percepción de estabilidad del segmento. En este contexto, el sector Living se perfila como un instrumento clave para canalizar inversión hacia soluciones habitacionales de largo recorrido, en un mercado marcado por la escasez de oferta y la evolución de la demanda.