"No existe un riesgo sistémico en el mercado inmobiliario español"

Enrique Gómez de las Heras - Periodista |
"No existe un riesgo sistémico en el mercado inmobiliario español"
Ricardo Sousa, CEO de Century21, en su intervención en el III Observatorio de la Vivienda.

Este miércoles 29 de marzo el hotel Westin Palace de Madrid albergaba una jornada inmobiliaria organizada por el periódico El Economista y la red inmobiliaria Century21. El CEO de esta compañía, Ricardo Sousa, presentó durante su intervención los resultados de su último estudio sobre vivienda, una de cuyas principales conclusiones es que "no hay burbuja inmobiliaria como ocurrió en 2008, ni la habrá a corto plazo. No hay un riesgo sistémico en el mercado inmobiliario español", tal y como recalcó Sousa.

El estudio elaborado por Century21 pone bajo el foco uno de los principales factores que configuran el estado de salud del mercado inmobiliario y, al mismo tiempo, la economía de un país: la tasa de esfuerzo. Por este concepto entendemos el peso relativo que tienen los gastos en vivienda con respecto al total de los ingresos obtenidos por una unidad familiar.

II Observatorio de la vivienda - Ricardo Sousa 02

Para desarrollar su informe, Century21 ha analizado las rentas medias obtenidas por las familias españolas en las principales ciudades del país -no tanto por su población sino por el dinamismo de su mercado inmobiliario-, y las ha enfrentado a los precios medios de la vivienda en cada una de esas ciudades. A partir de ahí, la cuenta es muy sencilla: precios altos y rentas bajas producen tasas de esfuerzo elevadas, que no permitirán a las familias hacer un gasto relevante en otros sectores de actividad económica. Por el contrario, unos ingresos cuantiosos en la unidad familiar acompañados de un precio de la vivienda contenido producen efectos positivos, no solo en quienes tienen que pagar la hipoteca o el alquiler a final de mes, sino también a los proveedores de bienes y servicios que les rodean, incluida la banca, que verá cómo también aumenta el ahorro de sus conciudadanos.


Century21 ha analizado las rentas medias
obtenidas por las
familias españolas en las
principales ciudades del país y las ha
enfrentado a los
precios medios de la
vivienda
en cada una de esas ciudades


Si atendemos a la media nacional, el precio de la vivienda se sitúa en 185.850 euros y la renta media de las familias en 3.552 euros al mes. Estas cifras determinan una tasa de esfuerzo media en el conjunto de España del 22%. La buena noticia es que ese dato se encuentra, de momento muy lejos del 33% que tanto el Banco de España como el Banco Central Europeo consideran como el máximo aceptable. La mala es que al menos una ciudad, Barcelona, ya ha rebasado ese máximo y arroja una tasa de esfuerzo del 34%.

Según los datos del informe de Century21, hay otras tres ciudades que, sin rebasarla, se acercan peligrosamente a esa tasa de esfuerzo del 33%. Se trata de Palma de Mallorca, Madrid y Bilbao, en las que la encontramos ratios del 33% en el caso de la capital balear y del 31% en las otras dos. En el otro extremo de la tabla hay seis aglomeraciones urbanas en las que la tasa de esfuerzo ni siquiera llega al 20%. Se trata de Zaragoza (17%), Valladolid (16%), Oviedo (15%), Toledo (14%), Murcia (13%) y Mérida (10%).

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En lo que respecta al mercado del alquiler en España, el orden de las ciudades no difiere mucho del que encontramos en el de venta. Barcelona sigue siendo la ciudad en la que más parte de los ingresos mensuales hay que destinar a pagar el alquiler, y Mérida y Toledo son las que permiten a las familias vivir más holgadamente tras pagar la renta mensual.

Para concluir su exposición, Ricardo Sousa planteó una serie de posibles mecanismos para mejorar el acceso a la vivienda, sobre todo por parte de los jóvenes solteros, un colectivo para el que, en la actualidad, es prácticamente imposible comprar una casa en la que vivir. Entre las recomendaciones lanzadas por el CEO de Century21, destacan la de aumentar el parque de vivienda pública y social, implementar con carácter urgente medidas de discriminación positiva en materia fiscal para que los jóvenes tengan acceso a la financiación, apostar fuerte por la innovación en la construcción y promoción de vivienda y, posiblemente la más innovadora de todas, fomentar las estrategias de movilidad urbana e interurbana. De esta forma, si los españoles pueden desplazarse rápida y cómodamente a su puesto de trabajo, no tendrán tantos inconvenientes a la hora de adquirir su vivienda en un pueblo o una ciudad alejada de los grandes núcleos de población. Podrán acceder a ella a un precio más reducido que en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, pero no tendrán que pagar por ello el alto coste que supone perder cada día dos horas en desplazamientos.