Con 15 residencias de estudiantes en España, otras cinco en Portugal y cinco establecimientos de alojamiento flexible repartidos por el territorio nacional, Livensa es uno de los principales players del mercado actual de flex living. Pavlina Chandras, COO de la compañía, es consciente de que la nueva sociedad, impregnada para siempre por los matices que aportó la pandemia, demanda independencia, pero a la vez vida en comunidad, espacios abiertos, libertad de movimientos y, sobre todo, experiencias vitales. Livensa ha identificado estas demandas y su objetivo es ofrecerlas a un usuario en continua evolución.
¿Cuál es el principal negocio actualmente de Livensa? ¿Las residencias de estudiantes o los alojamientos flexibles?
Pavlina Chandras: Nuestro principal negocio son las residencias de estudiantes, principalmente por la gran demanda y poca oferta que existe en España. Sin embargo, cada vez apostamos más por los alojamientos flexibles, que son una actividad en auge debido a la movilidad laboral, el nomadismo digital, la dificultad de acceso a la vivienda o el teletrabajo. En esta línea de crecimiento, próximamente abriremos un complejo de alojamientos flexibles en Valencia.
¿Cómo es el día a día de los usuarios de Livensa Living y cómo consiguen el equilibrio entre darles un servicio cercano y dejarles la suficiente libertad?
P.C: Desde que nuestros residentes llegan a Livensa Living les queremos ofrecer una comunidad social, un sitio que les permita explorar nuevos lugares y generar nuevos vínculos. Abogamos por combinar privacidad y comunidad: un espacio personal donde tener momentos de intimidad que convive con extensas zonas comunes y programas de actividades.
También se encuentran con una comunidad segura operada por profesionales que garantizan el bienestar de los huéspedes. Livensa ofrece un modelo que apuesta por la libertad de los residentes y, en paralelo, una red de apoyo que garantiza su integración y salud. Además, ofrecemos una comunidad sostenible que garantiza espacios respetuosos con el entorno y que genera valor para las comunidades cercanas.
¿Qué perfiles predominan en los alojamientos flexibles?
P.C: En los alojamientos flexibles no tenemos un modelo definido, sino que nuestro valor reside en la variedad de perfiles y edades. No tenemos un prototipo específico y concreto: contamos con huéspedes que han tenido que moverse por trabajo de forma temporal, personas que visitan a familiares, nómadas digitales, estudiantes o personas recién separadas.
Cubrimos la necesidad del mid-stay y long stay (hasta un año), con unos estándares de comodidad y calidad y unas instalaciones y actividades que eran muy difíciles de encontrar hasta la fecha. No se trata solo de tener un estudio con cocina y baño, sino la posibilidad de conocer otras personas y hacer comunidad.
En lo que se refiere al flex living, ¿qué fue primero, la oferta o la demanda? ¿Las empresas que vieron un posible negocio en ofrecer alojamientos flexibles o la necesidad de las personas de residir temporalmente en otros lugares?
P.C: En lo que respecta a las residencias de estudiantes, fue claramente una necesidad del sector. La oferta de camas en 2021 fue de 102.707 plazas y el número de alumnos presenciales durante el curso 2021-2022 fue de casi 1,4 millones, lo que deja una tasa de 14 estudiantes por cama, o una tasa de provisión del 7,3%.
La creciente movilidad de alumnos nacionales e internacionales, el interés de los inversores por diversificar sus carteras y la gran liquidez en el mercado de capitales han llevado a la entrada de nuevos actores que ha estimulado la inversión y la puesta en marcha de nuevos proyectos que propician una mayor institucionalización y profesionalización del sector.
Desde un punto de vista más amplio, el sector Living en España, incluyendo alojamientos flexibles o colivings, residencias de estudiantes y alojamientos para mayores, se mantuvo como uno de los sectores líderes en inversión inmobiliaria durante los primeros nueve meses de 2022 con cerca de 3.700 millones de euros.
Con nuestros establecimientos de Livensa Living Studios estamos respondiendo a una necesidad real del mercado. En ellos tenemos huéspedes de un amplio rango de edad y ocupación. En España contamos con cinco establecimientos operativos en Málaga, San Sebastián, Valencia, Bilbao y Madrid-Alcobendas, y en septiembre inauguraremos uno más en Valencia.
¿Cómo ha influido la pandemia en las nuevas formas de vivir de las personas?
P.C: A raíz de la pandemia, en un contexto donde las personas demandan modelos de consumo y servicios cada vez más flexibles, sencillos y sostenibles, el apartado residencial continúa concibiéndose como un ámbito complejo y una fuente de estrés, inquietud y desconfianza.
Cada vez con más frecuencia, nuestras circunstancias personales, profesionales, académicas, etc., nos impulsan a cambiar nuestro lugar de residencia, casi siempre en contextos que requieren flexibilidad. Livensa Living surge para redefinir la oferta de soluciones residenciales en Iberia; transformamos productos inmobiliarios en espacios confortables, modernos y sociales, donde nuestros usuarios conforman una gran comunidad.
¿Qué aporta a los estudiantes y a los clientes de alojamientos flexibles elegir uno de sus espacios?
P.C: Desde Livensa Living queríamos ofrecer un concepto de “comunidad experiencial”, ofrecer a nuestros huéspedes disfrutar de un estilo de vida diferencial y exclusivo. Sabemos qué quieren nuestros residentes y los ponemos en el centro para confeccionar a su alrededor una vivencia exclusiva. También buscamos redefinir la experiencia de cliente, modernizando el significado de vivir temporalmente fuera de casa y preocupándose por su bienestar integral.
Todo esto se suma a otra serie de circunstancias, como la movilidad laboral, la búsqueda de independencia en un hogar unipersonal, el nomadismo digital y la dificultad de acceso a la vivienda. Esto hace que Livensa se convierta en una opción ideal para las personas que buscan una solución alojativa completa y adaptada a sus necesidades.
¿Qué planes de expansión manejan actualmente?
P.C: El año pasado anunciamos la expansión a Italia, concretamente en Bolonia, lo que ha representado un hito importante para la compañía. Es un mercado con más de 80.000 estudiantes y un fuerte desequilibrio entre oferta y demanda. Nuestras previsiones a futuro son crecer en aquellos mercados en los que hay una oportunidad de mejorar el sector.
Este mismo año han conseguido que todo su portfolio obtenga el certificado BREEAM. ¿Qué le aporta eso a la compañía?
P.C: La sostenibilidad es uno de nuestros pilares esenciales, por ello llevamos años trabajando en políticas específicas sobre la construcción y reforma de los edificios y en medidas sobre el día a día de las residencias y alojamientos flexibles en funcionamiento. Esto incluye la concienciación de nuestros usuarios. El sello BREEAM es el primer paso, el reconocimiento al trabajo realizado, que forma parte de una estrategia de ESG mucho más amplia en la que estamos inmersos.
Medidas como el control individual de la iluminación, la ventilación y la temperatura de cada estancia mejoran la calidad de vida presente de los estudiantes, pero también impacta directamente en el mundo en el que vivirán mañana.