Para reactivar el sector inmobiliario y el turismo “debemos asegurarnos de que se provee de liquidez a las empresas y las personas”, afirma Adolfo Ramírez-Escudero, presidente de CBRE España
“Se trata de la mayor crisis que hemos vivido en nuestras vidas desde el punto de vista sanitario y, muy probablemente, por su impacto económico. A los gobiernos se les está pidiendo tomar decisiones que no se les habían requerido nunca”, asegura Adolfo Ramírez-Escudero, presidente de CBRE España y chairman capital markets EMEA de la consultora, en unas declaraciones exclusivas a Iberian Property, plataforma de información y eventos de Iberinmo Grupo.
Aun así, “las medidas van en la dirección correcta en Europa, Estados Unidos y muchas economías en Asia. Tratan de proveer liquidez mientras se navega por este shock de la demanda. Crean coordinación entre las políticas monetarias y fiscales. Por supuesto, intentan tomar las políticas correctas en lo que refiere a la capacidad sanitaria para disminuir la expansión del virus. De todas formas, queda mucho por hacer”. El CEO de CBRE España ha hecho un llamamiento a afrontar esta crisis global juntos y permanecer unidos, evitando tentaciones nacionalistas. “Debemos creer en las instituciones y apoyarlas. También tenemos que reforzar la sociedad civil y creer en que la ciencia solucionará los problemas”.
Liquidez para las personas y las empresas
Para reactivar el sector inmobiliario y el turismo “debemos asegurarnos de que se provee de liquidez a las empresas y las personas”. Para él no se trata solo de abrir esas líneas de préstamos y dinero, sino de que lleguen en el momento adecuado a las compañías y a la gente. Resalta que hay que hacer un gran esfuerzo en este sentido y considera que hay que asegurarse de esto, sobre todo en España y Portugal, donde hostelería, ocio y turismo son una gran parte de la economía. “No queremos que estas compañías vayan a la bancarrota. Es una medida temporal y no basta con aportar liquidez”, afirma.
La siguiente dimensión es cómo intentamos volver a la "nueva normalidad" lo antes posible. Esto está relacionado con las medidas desde el punto de vista sanitario y con las cuestiones que ahora mismo más preocupan: cómo se va a hacer seguimiento de las personas que son positivas y qué tratamiento se les va a ofrecer. “Así se podrán crear ambientes seguros para que la gente pueda volver a trabajar lo antes posible. Esto ayuda a generar confianza, abrir las fronteras lo antes posibles y esto permitirá a los sectores de la hostelería, el turismo y el ocio recuperar clientes y recuperar su visibilidad”.
A corto plazo Adolfo Ramírez-Escudero opina que se van a llevar a cabo medidas defensivas para mantener los balances y el flujo de caja. Así, espera que haya compañías que retrasen los capex o los pagos de dividendos y se centren en su negocio core. Considera que es una estrategia normal para asegurarse de que los balances son los suficientemente fuertes para afrontar esta reducción de la demanda provocada por el coronavirus.
En un siguiente paso, confía en que el inmobiliario seguirá siendo considerado como un sector que encaja en la diversificación de un portfolio de inversión. Cuando se alcance un contexto más próximo a la normalidad la liquidez puede presionar la inflación y, si esto ocurre, el real estate puede estar bien posicionado.
Recuerda que las crisis vienen normalmente por un problema en la oferta, la demanda o el apalancamiento o en más de uno a la vez. Al mismo tiempo, afirma que previamente al COVID-19 había una demanda sólida especialmente en España y Portugal y que el sector se ha desapalancado. Por lo tanto, las compañías tenían un balance sólido antes de adentrarse en esta crisis, en comparación con la anterior. Tampoco considera que haya una crisis de demanda, sino un shock que va a impactar dramáticamente en el segundo trimestre con prácticamente el 70 % de los ingresos desapareciendo y en algunos casos hasta el 100 %, porque las tiendas han estado cerradas. Pero, aun así, la situación estructural de la oferta y el apalancamiento es sólida. Por supuesto, cuanto más se tarde en recuperar, más cambiará la parte del endeudamiento, especialmente en su vertiente pública, donde veremos crecer la deuda, lo que se extenderá también al sector privado. Dependerá de cuanto dure la situación, si se convertirá en un shock temporal o en una crisis estructural. En este sentido, Ramírez-Escudero se muestra optimista sobre las medias que se están tomando y, aunque habrá un impacto severo en 2020, en 2021 volverá la energía a la economía global.
Caída de la inversión
En este contexto los volúmenes de inversión van a caer en 2020, a juicio del responsable de CBRE. En las crisis anteriores hubo correcciones en las cifras de inversión de hasta el 40 %. En esta ocasión, la bajada podría situarse entre el 20 % y el 30 %, como cifra agregada para el mercado europeo. Va a haber menos inversores activos, en un mercado más polarizado. Seguirá habiendo actividad en las posiciones más defensivas con activos con ingresos a largo plazo, operaciones de sale & leaseback, activos core e inmuebles en los centros de las ciudades. Estos productos siempre son atractivos, aunque habrá correcciones en los precios, reestructuraciones o refinanciaciones. Los activos más oportunistas estarán más sujetos a descuentos en los precios, en algunos casos de hasta el 50 %, especialmente en el suelo. Los activos más seguros no ajustarán tanto sus precios, entre un 5 % y un 10 %. La noticia será que estos inmuebles se transaccionarán, cuando antes no lo hacían en un mercado al alza.
Incremento acelerado del online
La crisis supondrá un incremento de las ventas online y el e-commerce, el teletrabajo o la educación a distancia. Habrá más trabajos y productos ofrecidos por internet. Se está acelerando la adopción de las tecnologías digitales, cuyo uso está creciendo a ritmos de dos dígitos. El e-commerce, con un índice de penetración relativamente bajo en el sur de Europa, llevaba dos o tres años por debajo del 10 % en España y puede alcanzar una cuota del 33 % en los próximos dos años. Esto afectará a la cadena logística y la configuración del retail, pero no parará ahí. También transformará la forma en la que se realizan valoraciones, en la forma que se asesora al analizar una ubicación. De hecho, CBRE está contratando a cientos de profesionales en toda la compañía en campos que son nuevos como matemáticos o especialistas en experiencia de cliente, que están reforzando la versión online de los servicios de la consultora. No obstante, esto no sustituirá las interacciones reales o la vieja forma de hacer negocios, pero lo complementará.