Barcelona pierde atractivo en el mercado residencial de lujo, mientas que Madrid lo gana

Barcelona pierde atractivo en el mercado residencial de lujo, mientas que Madrid lo gana
22 de octubre de 2018.- Si bien, en términos generales, el mercado inmobiliario español se encuentra actualmente en una etapa de dinamismo –en especial en las ciudades de Madrid y Barcelona–, el segmento lujo experimenta una situación de un cierto estancamiento en la capital catalana, marcado por una ralentización en el número de operaciones de venta de propiedades de este perfil. Según , el precio y la coyuntura socio-política son los dos factores clave para interpretar la situación actual del mercado del mercado inmobiliario premium y de lujo en Barcelona, que cede un cierto protagonismo a Madrid como foco de inversión inmobiliario internacional. Sin embargo, en el tercer trimestre de 2018, Chic Room Properties ha registrado en Barcelona, respecto al mismo periodo del año anterior, un incremento en el número de operaciones relacionadas con propiedades de precio inferior al medio millón de euros y una creciente demanda de producto de gama alta de todos los precios en Madrid.
Patricia Berrocal, CEO de Chic Room Properties.
En la ciudad de Barcelona se ha registrado un incremento del stock de producto de lujo, tanto en venta como en alquiler a largo plazo, en relación al mismo periodo del año anterior.  “Si bien esta situación no ha afectado significativamente en términos de descenso de los precios, la sensación es que algunos extranjeros que viven en Barcelona están valorando otras ciudades para fijar su residencia. Este escenario queda compensado por un gran número de peticiones procedentes de escuelas de negocio de prestigio internacional, que buscan alojamiento para sus alumnos”, explica la CEO de Chic Room Properties, Patricia Berrocal.

La propiedad, mayoritariamente concebida como inversión

Parte de las casas y pisos de alto standing –con precios que oscilan entre los 500.000 y los dos millones de euros–, se destinan a primera vivienda (para los propios compradores o familiares de los mismos), el resto de propiedades, independientemente del rango de precio en el que se sitúen, se conciben como una inversión, que se rentabiliza mediante el alquiler turístico o a medio y largo plazo.

Freno a la demanda internacional en Barcelona

Es relevante destacar el registro de un notable descenso del número de peticiones de información y operaciones por parte de potenciales clientes internacionales –mayoritariamente interesados en propiedades de gama alta–, tanto en relación a adquisiciones como a alquileres a largo plazo en la Ciudad Condal. Esta situación podría deberse a un deterioro del atractivo de Barcelona como ciudad para invertir, circunstancia que podría tener una relación directa con el incremento de la notoriedad de Madrid en este sentido. Según Patricia Berrocal, “por su mayor conocimiento de la realidad del país, el ciudadano español no es tan sensible a la relativa inestabilidad económica y política local, que interpreta con más perspectiva, mientras que el extranjero está más condicionado por el panorama socio-político, en especial en términos de mantenimiento de un determinado ratio de rentabilidad a medio y largo plazo”. Por otro lado, la CEO de Chic Room Properties admite que “en el segmento más alto del Mercado inmobiliario de lujo existe una cierta dependencia del inversor internacional, que cuenta con  poder adquisitivo para asumir operaciones de precio muy elevado, mientras que en un rango de precio más bajo, el comprador español es predominante”.

Incremento de la demanda procedente de América Latina y países nórdicos

Si bien la demanda de producto de lujo procedente de los Estados Unidos o de países del resto de Europa –incluido el Reino Unido–, ha decrecido, Chic Room Properties ha registrado un incremento significativo del número de inversores de países nórdicos –en especial de Suecia–, así como también de Bélgica y América Latina, concretamente de Colombia y Brasil. En este sentido, es especialmente relevante el creciente interés de ciudadanos colombianos en Barcelona y Madrid, que perciben no únicamente como ciudades óptimas en términos de inversión, sino también para fijar su residencia.