ALAS Vivienda Asequible ha comenzado su actividad con la adquisición de 1.442 viviendas destinadas al alquiler asequible en Madrid y Cataluña. Estas viviendas están distribuidas en 16 edificios, la mayoría en fase avanzada de desarrollo, y permitirán ofrecer una solución habitacional a más de 3.600 personas.
La compañía se ha constituido como la primera Sociedad Anónima de Beneficio e Interés Común (SBIC) del sector inmobiliario en España. Esta figura jurídica, introducida recientemente en el país, implica un modelo de lucro limitado y la reinversión de parte de los beneficios en el cumplimiento de objetivos sociales y medioambientales, además de estar sujeta a mecanismos de control y transparencia específicos.
“Queremos cambiar la forma en que se entiende la vivienda en nuestro país para promover y gestionar un parque de vivienda en alquiler accesible, sostenible y de calidad que sea estable y sostenible en el tiempo. Somos una solución innovadora que pretende impulsar en España lo que ya se hace en otros países europeos”, declaró Alejandra Mora, socia fundadora de ALAS.
El enfoque de la compañía se articula en torno a un triple retorno: social, económico y medioambiental. En lo social, apuesta por garantizar la asequibilidad mantenida en el tiempo como mecanismo de prevención de vulnerabilidad y exclusión residencial. Desde la perspectiva económica, su política de inversión busca una rentabilidad moderada y recurrente, vinculada a un impacto social positivo. En el plano medioambiental, los edificios cumplirán con elevados estándares de sostenibilidad y eficiencia energética.
El proyecto ha sido promovido por profesionales del ámbito de la inversión con propósito social y por organizaciones sin ánimo de lucro como la Fundación Nou Lloc y la Fundación Salas. Según sus impulsores, ALAS pretende convertirse en un puente entre las necesidades estructurales de vivienda asequible y el capital público y privado de impacto social, en colaboración con administraciones públicas y promotores de lucro limitado.
Además de la gestión inmobiliaria, la compañía pondrá en marcha las llamadas Comunidades ALAS, un modelo de acompañamiento vecinal que ofrecerá apoyo en trámites y fomentará la cohesión social en los entornos residenciales.
“La adquisición de estos 16 edificios es solo el principio. Nuestro objetivo es demostrar que se puede invertir con responsabilidad, generar rentabilidad moderada y al mismo tiempo contribuir a una sociedad más justa y cohesionada”, añadió Mora.
La previsión de ALAS es contar con 2.500 viviendas operativas entre 2028 y 2030, todas en régimen de alquiler asequible y gestionadas bajo un modelo orientado al bienestar colectivo. Con este enfoque, la compañía busca dar respuesta a uno de los principales retos del mercado residencial español: garantizar el acceso a una vivienda estable, asequible y de calidad.