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Sostenibilidad, tecnología punta y ubicación: el ADN del centro logístico del futuro

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Sostenibilidad, tecnología punta y ubicación: el ADN del centro logístico del futuro
Logicor Alovera.

Los intercambios comerciales y el desarrollo económico caminan de la mano de la actividad logística: el retail alimentario, entre ellos los distribuidores de bebidas, necesitan espacios adaptados en temperatura y humedad que alberguen los productos que día tras día se consumen. Por su parte, los operadores de comercio electrónico precisan grandes plataformas junto a los centros urbanos para centralizar su mercancía y distribuirla al consumidor final con un solo click.

Y la respuesta a las necesidades de estas empresas solo se encuentra en los promotores de activos logísticos que solucionan las necesidades específicas de los clientes –según datos de JLL, en 2024 se finalizaron 1.161.000 metros cuadrados de nuevas instalaciones– que aspiran a ocupar un centro logístico “perfecto”.

Ante esto, surge una pregunta evidente: ¿qué hace que un centro logístico sea perfecto?

Pilar Valencia, Country Manager España de Logicor, propietario, gestor y promotor de activos logísticos líder en Europa da la siguiente respuesta: “Un centro logístico ideal combina con equilibrio tres factores fundamentales: una ubicación estratégica, la sostenibilidad y la capacidad de incorporar y aprovechar las ventajas de la tecnología, en línea con las tendencias del mercado que buscan mayor eficiencia, adaptabilidad y soluciones más innovadoras”.

Proyecto de logicor SantFeliu de Buixalleu.
Proyecto de logicor SantFeliu de Buixalleu.

Respecto al primer punto –la ubicación estratégica–, esta varía en función de la actividad de la compañía que ocupa el espacio. Una empresa de comercio electrónico necesita ubicaciones en las primeras coronas de las grandes ciudades para poder realizar entregas con gran agilidad; pero compañías B2B que desarrollan actividades industriales ligeras demandan activos con fácil acceso a las principales autopistas y carreteras que permitan distribuir el stock a sus clientes.

Sin embargo, hay otros aspectos a tener en cuenta ya que un hub logístico es un imán de oportunidades, talento e innovación con un gran impacto en la economía local: “Cuando desarrollamos un inmueble llave en mano para un inquilino, lo hacemos con una mirada a muy largo plazo y analizamos todos los factores para encontrar la mejor ubicación: no solo estudiamos conexiones, también buscamos que la comunidad se beneficie y nosotros, como promotores, contribuyamos a crear un círculo virtuoso de prosperidad. No se trata solo de promover buenos proyectos inmobiliarios, se trata de hacerlo con la mirada puesta en el entorno y ayudando a que el impacto en las comunidades locales sea positivo a lo largo de toda la vida del proyecto”.

Además, el entorno también abarca todo lo relacionado con el medioambiente. Cómo interactúa el edificio con el espacio que ocupa, cómo puede llegar a ser autosuficiente desde el punto de vista energético, cuánta agua consume… En un momento en el que el sector inmobiliario continúa evolucionando con el foco puesto en la sostenibilidad y en la modernización de activos y de la cadena de suministro, los inquilinos demandan activos con las más altas certificaciones de sostenibilidad que les permitan también a ellos situarse a la vanguardia en esta materia y reducción de emisiones.

Las certificaciones medioambientales –como BREEAM o LEED– han dejado de ser un nice to have para convertirse en un requisito esencial en cualquier instalación moderna. No solo garantizan el cumplimiento con criterios sostenibles, sino que también reflejan el compromiso de las compañías de construir un sector más responsable y libre de emisiones.

Proyecto de logicor SantFeliu de Buixalleu.
Proyecto de logicor SantFeliu de Buixalleu.

“En este aspecto, los promotores tenemos un papel fundamental: alineamos lo que los inquilinos demandan con el compromiso de avanzar hacia un mundo inmobiliario más sostenible”, añade Pilar Valencia.

No hay nada más sostenible que la regeneración, lo que trasladado al negocio inmobiliario pasa por aprovechar los inmuebles ya construidos para modernizarlos, reformarlos, reposicionarlos y adaptarlos a las demandas del mercado: el mejor ejemplo de este enfoque es el exhaustivo reacondicionamiento de una plataforma de 83.000 metros cuadrados en el municipio de Alovera que acometió Logicor. Tras esta actuación, los tres activos de la plataforma, que están disponibles para su alquiler, contarán con la certificación Breeam «Very Good» e incluirán otros sistemas sostenibles como iluminación led, sistemas de climatización renovados, nuevas medidas de accesibilidad o mejoras paisajísticas.


Avanzar de la mano de la tecnología

La tecnología y la inteligencia artificial han revolucionado la actividad de todas las compañías sin importar el sector. La evolución económica y social nos empuja a adaptar almacenes y activos para asegurar que sigan siendo punteros y vanguardistas”, señala Valencia.

Y es que los inquilinos de inmuebles logísticos cada vez incorporan más sistemas robotizados y soluciones predictivas basadas en inteligencia artificial que permiten optimizar sus tiempos y procesos de gestión, reducir los márgenes de error y ofrecer un servicio más ágil, preciso y eficiente. No obstante, no todos los inmuebles logísticos están preparados para integrar estos servicios.

Precisamente esta evolución de la tecnología genera una mayor demanda de nuevas habilidades y talento cualificado, que desde el ámbito promotor obliga a contemplar la dimensión humana del diseño: “Si un inmueble no está diseñado para potenciar la experiencia de empleado y el bienestar de las personas, no es un buen inmueble”, añade Pilar Valencia.

En definitiva, los activos que son seguros, cómodos y que cuentan con servicios complementarios crean valor para propietarios, inquilinos y trabajadores y son más rentables y sostenibles a largo plazo.