La ciudad de Málaga participa con un expositor en el Spanish Pavilion de Mipim, una feria a la que acude desde 2015, y en la que este año, además de presentar las oportunidades de inversión en la ciudad, ha puesto el foco en difundir su candidatura para acoger una exposición internacional en 2027. Nos lo explica José Cardador, gerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga.
¿Con qué objetivo acude el Ayuntamiento de Málaga a Mipim?
A principios de año Málaga fue seleccionada por España como candidata a acoger en 2027 una exposición internacional. Una candidatura en la que competimos con otros tres candidatos, y cuya decisión de conocerá en junio de 2023. Conseguirlo, posicionaría a la ciudad en el panorama mundial, pero, por extensión, también a Andalucía y a España.
¿En qué segmento se está poniendo el foco para atraer a los inversores?
Málaga es la capital de la Costa del Sol, pero ha tenido el potencial de ser reconocida por algo más que el turismo. El alcalde, Francisco de la Torre, ha apostado por posicionarla como una ciudad de los museos y ya es la quinta de España en el ranking de oferta cultural. También ha apostado por acoger el Parque Tecnológico de Andalucía y unos polígonos empresariales e industriales que circundan la corona residencial y generan puestos de trabajo y sinergias de inversión. Además, ahora tenemos otra pata, que es la de la sostenibilidad y la innovación, por las que se ha apostado decididamente en la expo de 2027. Queremos que Málaga sea una referencia en buenas prácticas en materia de sostenibilidad con acciones concretas en el transporte público y en la investigación. Se está creando unos acuerdos con la Universidad y con el ámbito empresarial que esperemos que den sus frutos.
¿Qué nuevos proyectos están en marcha?
A nivel de transparencia, tenemos publicadas las distintas oportunidades de negocio que hallamos en residencial, logística, hoteles o equipamiento. Disponemos de un dosier al que todo inversor puede acceder para descubrir las grandes oportunidades de negocio. Tenemos promociones muy potentes que están impulsando tanto la iniciativa pública como privada.
Por ejemplo, está en proceso de licitación la enajenación, por pública subasta, para crear un nuevo barrio que se llama Repsol. Estamos enajenando cinco parcelas por 47 millones de euros de licitación y hay mucho interés. También estamos impulsando suelo para que sea finalista desde el planeamiento, la gestión y las licencias. Hay varios suelos potentes en Málaga que se están urbanizando y edificando, como el distrito Z o Torre del Río, con tres bloques premium del arquitecto Carlos Lamela. En planeamiento está La Térmica, con el fondo francés Ginkgo. Y, en la zona de la Expo, está la promoción Cortijo Merino, donde van casi 2.000 viviendas.
Además, el Consistorio cuenta con el Instituto de la Vivienda. A través de los fondos del BEI, el Ayuntamiento ha pedido préstamos y está promoviendo vivienda pública, pero también cuenta con otras parcelas que va a sacar en derecho de superficie para fomentar la colaboración público-privada con casi 1.000 viviendas.
¿Y qué ofrece el Consistorio a los posibles inversores?
Les damos seguridad jurídica. Tenemos una oficina del inversor, que, junto a la Gerencia de Urbanismo, está dedicada a dar asesoramiento. Además, hay una gran involucración política tanto del alcalde como de los concejales del ramo.
¿Qué impresión le está produciendo este Mipim?
Cuando nos inscribimos, la estimación era rondar los 16.000 participantes, y se ha llegado a los 22.000. El efecto pospandemia, que Francia haya optado por retirar el uso de la mascarilla y la ilusión de los inversores tras dos años como los que hemos vivido, hacen que parezca que lo hemos superado. Los inversores tienen muchas ganas de mover operaciones.