El Índice Registral de Actividad Inmobiliaria (IRAI) experimentó una disminución trimestral del 1%, marcando un descenso interanual del 5,81% en 2023. Este dato refleja un cambio de ciclo en el sector inmobiliario, aunque con una moderación en los ajustes trimestrales que se ha ido desacelerando durante la segunda mitad de 2023. El IRAI, creado por el Colegio de Registradores, mide la actividad inmobiliaria combinando datos de transacciones e hipotecas registradas junto con la actividad del sector de la construcción e inmobiliario.
El valor actual del índice se colocó en 118,3, comparado con los 119,6 del trimestre anterior. Paralelamente, el índice ajustado por factores estacionales alcanzó los 115,6, frente a los 117,3 del trimestre previo, señalando una continuación en la desaceleración de actividad que comenzó en el tercer trimestre de 2022, a pesar de un leve incremento en el primer trimestre del año. Históricamente, el índice había mostrado crecimientos constantes desde el segundo trimestre de 2020, con algunas excepciones.
La mayor caída se observó en el área de propiedad, con una disminución del 7,8%
La disminución trimestral del IRAI en el último trimestre se atribuye principalmente al segmento de propiedad, que descendió un 2,3% debido en gran medida a una reducción del 6,0% en el número de operaciones de compraventa. En contraste, el sector mercantil experimentó un aumento del 3%, con un incremento del 3,2% en la construcción y del 2,4% en el sector inmobiliario.
La tendencia anual muestra que el IRAI ha registrado descensos durante cuatro trimestres consecutivos, con el cuarto trimestre mostrando una caída ligeramente más moderada de 5,8%, tras ocho trimestres de crecimiento continuo. Los incrementos más notables se observaron desde el segundo trimestre de 2021, pero se ralentizaron significativamente durante 2022, y en 2023 las tasas se volvieron progresivamente más negativas.
En cuanto a los componentes anuales del IRAI al final del cuarto trimestre, la mayor caída se observó en el área de propiedad, con una disminución del 7,8%, reflejada especialmente en una reducción del número de compraventas del 12,0% y una caída del número de hipotecas del 19,6%.