- El acceso a la vivienda en España es el principal desafío del sector
- Todos los indicadores recomiendan prudencia para 2020
Para el año 2020, la Sociedad de Tasación estima que los precios de vivienda nueva crezcan en torno a un 3,2 % en España en su conjunto, debido en parte la ralentización del crecimiento de las principales ciudades que han actuado como motores hasta la fecha.
El consejero delegado de Sociedad de Tasación, Juan Fernández-Aceytuno, ha analizado los retos a los que se va a enfrentar el mercado inmobiliario español de cara a 2020. Entre ellos, destaca el acceso a la vivienda en España como el gran reto para el mercado este año.
También señala el descenso de la confianza, que se hace palpable en el la decrimento del volumen de tarjetas, préstamos al consumo y matriculaciones de vehículos y el aumento de su morosidad. Asimismo, ha puesto el foco en el hecho de que el crecimiento económico no se ha trasladado al sector inmobiliario.
“El ciclo del mercado inmobiliario es, por primera vez, asimétrico en España: se registran distritos, sólo en Madrid y Barcelona, con precios de vivienda nueva en máximos históricos, superiores incluso a los del año 2007. Ambas ciudades han adelantado su ciclo inmobiliario en tres o cuatro años con respecto al resto de los grandes municipios, por lo que es probable un estancamiento o ralentización del crecimiento de las dos ciudades en relación con el resto de España, que se encuentra en una fase diferente del ciclo”, ha explicado Fernández-Aceytuno.
En este sentido, señala el problema de acceso a la vivienda en la Comunidad de Madrid y en Cataluña y cómo lo gestionan los diferentes gobiernos como otro reto a afrontar en 2020.
Por otro lado, Fernández-Aceytuno incide en que todavía los fondos y la SAREB no han logrado dar salida a sus activos. De hecho, los desequilibrios ya mencionados del ciclo inmobiliario y los retos del acceso a la vivienda han generado una espiral contractiva. Además de señalar el exceso de liquidez y los bajos tipos de interés, que incrementan los riesgos de burbujas sectoriales.
Por último, hace hincapié en el crecimiento y el comercio mundial, tanto por el envejecimiento de la población, como por el aumento del riesgo geopolítico y la despoblación. Así, la inversión extranjera en el sector inmobiliario se ha reducido respecto al año pasado. También hay que tener en cuenta factores como un Brexit agresivo, la crisis de Thomas Cook y la apertura de destinos alternativos y el impacto del posible incremento de tarifas aéreas por concentración del sector.