Alquiler

La modalidad del alquiler temporal ha crecido un 200% en el último año

Enrique Gómez de las Heras - Periodista |
La modalidad del alquiler temporal ha crecido un 200% en el último año
El alquiler temporal cada vez tiene más adeptos.

El interés por alquilar bajo la modalidad de alquiler temporal creció, en el último año, cerca de un 200%, según los expertos de Youhomey. Esta situación ha llevado a esta compañía española, especializada en alquiler temporal, a concluir el ejercicio con una facturación un 20% superior a la alcanzada en 2021, tanto en Madrid como en Barcelona, las dos ciudades en las que opera actualmente.

Además, Youhomey ha incrementado también un 46% el número de operaciones en el último año, creciendo desde las 300 actuaciones del ejercicio anterior -entre noviembre de 2021 a noviembre de 2022- hasta las 540 de estos últimos doce meses. “Estos datos vienen a confirmar el creciente interés tanto de propietarios, como de inquilinos, por este modelo de alquiler que oscila entre uno y seis meses, hasta hace relativamente poco, totalmente minoritario” afirma Rodrigo Herrero, CEO y fundador de Youhomey.

La explicación al continuo auge de esta modalidad de alquiler se centra, en opinión del experto de Youhomey, en tres razones principales:

  1. Permite lograr una interesante rentabilidad, sin perder a largo plazo la disponibilidad de la vivienda. El alquiler temporal se encuentra dentro de la categoría de uso distinto al de la vivienda por estar destinado principalmente a personas que se trasladan a otra ciudad principalmente por motivos profesionales o formativos, y cada vez más a los nuevos “nómadas digitales”. “La posibilidad de acotar el acuerdo a un periodo que no supere los seis meses supone, para el propietario, una capacidad mucho mayor a la hora de disponer libremente de su vivienda”, añade el directivo de Youhomey.
  2. Evitar los topes impuestos a los precios. “La actual Ley por el Derecho a la Vivienda, y la congelación impuesta a la actualización de los alquileres, en plena escalada de la inflación, están desincentivando el interés de los propietarios por destinar sus propiedades a la vivienda habitual” afirma Herrero. De este modo, con cada nuevo inquilino que ocupe la vivienda el propietario es libre de fijar un precio en función de la oferta y demanda existente en ese momento en el mercado.
  3. Rentas ligeramente más altas que las destinadas a residencia habitual. Otra ventaja de este tipo de contrato es que, al existir menos cantidad de vivienda disponible para este uso, los inquilinos están dispuestos a pagar un alquiler un 10% superior al habitual.

No obstante, Herrero también reconoce algunos inconvenientes de esta fórmula. Gestionar una vivienda para el alquiler temporal exige una dedicación que no muchos propietarios quieren o pueden asumir. Cada cambio de inquilino supone la adecuación de la vivienda -limpieza, pequeñas reparaciones-, cambios de titularidad de todos los suministros, la búsqueda y selección de un nuevo inquilino, la firma del nuevo contrato, etc. “Esta gestión, mucho más dedicada, supone una mayor inversión de tiempo y dinero, por lo que el trasvase de vivienda convencional a temporal no se está produciendo a mayor velocidad”, concluye Herrero.

Los objetivos para 2023 son continuar su expansión en servicios y su desarrollo por las principales ciudades españolas, todo ello soportado exclusivamente con fondos propios. Y, en términos de facturación, generar unos ingresos totales cercanos a los 8 millones de euros, un 50% más que los que alcanzará este mismo ejercicio.