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El consumo de cemento crece un 11% y registra el mejor dato de la década

El consumo de cemento crece un 11% y registra el mejor dato de la década
En 2021 se consumieron casi 15 millones de toneladas de cemento.
El consumo de cemento en España ha cerrado 2021 con un crecimiento acumulado del 11%, hasta alcanzar los 14,9 millones de toneladas, lo que supone la cifra más alta de los últimos diez años

"2021, con casi 15 millones de toneladas consumidas, se convierte en el mejor año de la última década y confirma la positiva evolución de crecimiento sostenido durante el pasado ejercicio", ha dicho el presidente de Oficemen, José Manuel Cascajero, quien apunta a la obra civil como principal responsable de estas históricas cifras.

En concreto, esta actividad económica consumió la mitad del cemento, seguida de la construcción residencial, que copó el 32%. Y, de cara a 2022, Oficemen espera que se mantenga esta evolución positiva, próxima al 5%, lo que podría elevar el consumo al cierre del año hasta los 15,6 millones de toneladas, gracias a la tendencia creciente en la edificación de viviendas y la obra pública.

En este sentido, la patronal cementera apunta a "la influencia positiva que tendrán los recursos procedentes de los fondos de resiliencia de la UE, que permiten prever que las cifras de inversión en obra pública continuarán en aumento a lo largo de los próximos trimestres, hasta superar las de los últimos años". Eso sí, muestra su preocupación por las licitaciones públicas que se están quedando desiertas en los últimos meses y que "pueden perjudicar la adecuada ejecución de los fondos europeos".

Retos de futuro

Otro obstáculo a tener en cuenta para la evolución de la actividad cementera es el incremento del precio de la energía, que representa el 54% de los costes variables de esta industria. Esta partida ha sido la responsable de incrementar en un 25% los costes totales de 2021, por lo que Oficemen insiste en la necesidad de realizar un cambio estructural del mercado eléctrico español y urge a agilizar las subastas para consumidores electrointensivos.

"El precio final para la industria electrointensiva española es 109 euros más caro que en Francia, y 41 euros más caro que en Alemania, y así es muy difícil competir. Nuestras reivindicaciones en este campo son muy claras: necesitamos un cambio estructural del mercado eléctrico español. Urge ‘secuestrar’ del mercado diario más energía y ponerla a disposición de los consumidores industriales y los comercializadores a través de subastas, de forma que se obtengan precios razonables y, sobre todo, predecibles", explica Cascajero.

No obstante, los principales retos que el sector cementero detecta en su horizonte son: la neutralidad climática, la economía circular, la innovación, la digitalización y las nuevas tecnologías.

La compañías cementeras han apostado por lo que se denomina "simbiosis industrial", recuperando casi 60 Mt de residuos procedentes de 88 sectores productivos diferentes desde 2004, lo que —según el presidente de Oficemen— ha convertido a esta industria "en uno de los mayores recicladores de España, permitiendo además anualmente ahorros de un millón de toneladas de CO2 equivalente".

En el mismo orden de cosas, la industria cementera alaba la entrada en vigor del nuevo Código Estructural, considerándolo como "la regulación más ambiciosa a nivel europeo —y probablemente también a nivel mundial— a la hora de abordar los retos de descarbonización, al tiempo que garantiza la fiabilidad estructural y la calidad de las construcciones".

Eso sí en ese compromiso con la descarbonización, Oficemen reclama un mecanismo de ajuste de carbono en frontera (CBAM) que evite el riesgo de fuga de carbono y respalde la ambición de la UE en materia de cambio climático, al tiempo que iguale los costes de CO2 al de los proveedores de cemento extracomunitarios.