El sector de las oficinas flexibles está viviendo un momento muy dulce ante una oferta y una demanda que están incrementándose a un ritmo sorprendente. Las nuevas maneras de entender la forma de trabajar, que trajo la pandemia, han propiciado esta eclosión de los espacios flex. La tendencia se inclina por la oficina flexible donde las empresas cuentan con ese coto de privacidad donde poder trabajar con sus equipos sin sobrecostes.
Este modelo permite la máxima flexibilidad y múltiples ventajas. Es la opción elegida cada vez más por muchas pymes y startups en detrimento de las oficinas tradicionales, muchas de ellas obligadas a reconvertirse en viviendas o en colivings. Los expertos del sector posicionan a Madrid como la cuarta ciudad europea con mayor oferta de oficinas flexibles y unas tasas de ocupación por encima del 85% en la zona del CBD.
Este escenario, marcado por una demanda en constante crecimiento, se ve amplificado por las perspectivas positivas de inversión en el sector inmobiliario, pronosticando un aumento con la estabilización de los tipos de interés en este 2024.
En este caldo de cultivo propicio, los principales actores del sector flex apuntan a corto plazo y a futuro con nuevas aperturas y una oferta enfocada en satisfacer las necesidades de aquellos perfiles que buscan en los espacios flexibles la combinación ideal de privacidad y flexibilidad. El compromiso de los grandes players del flex es seguir apostando por ofrecer soluciones adaptadas no solo a las nuevas demandas del mercado, sino a las necesidades específicas de cada uno de los usuarios, algo con lo que no puede competir la oficina tradicional.