Opinión

Contar con edificios sostenibles es clave para combatir el cambio climático

Carles Castella

Carles Castella

Responsable de sostenibilidad de Grupo Siber

En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 celebrada en París, la Unión Europea se comprometió a impulsar políticas que permitieran avanzar hacia la neutralidad del carbono en la segunda mitad del siglo XXI. Los efectos del cambio climático son evidentes y forman parte cada vez más de nuestro día a día, con temperaturas extremas, periodos de sequía que se alternan con otros de fuertes lluvias, pérdida asociada de la biodiversidad, el aumento del nivel del mar, etc. Por tanto, para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados, un límite que el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático considera en los márgenes de la seguridad, es imprescindible alcanzar la neutralidad de emisiones de CO2.

En 2019, la Comisión Europea presentó el Pacto Verde Europeo, cuyo objetivo principal es que Europa sea climáticamente neutra de aquí a 2050, impulsando la economía y apostando por la sostenibilidad, por una industria y transporte sostenibles, construyendo edificios eficientes, y reduciendo la contaminación de manera efectiva. Es fundamental abordar estos retos en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, cuidando el medioambiente, la sociedad, e impulsando el progreso económico fomentando la igualdad de oportunidades.

Poniendo el foco en mejorar la sostenibilidad, el parque inmobiliario europeo tiene un papel clave. Según datos de la Comisión Europea, los edificios son el mayor consumidor de energía de Europa, ya que utilizan el 40% de energía y generan el 36% de emisiones de CO2. Un hecho que pone de manifiesto que la mayor parte del parque inmobiliario de Europa está envejecido, utiliza principalmente combustibles fósiles y, por lo tanto, no es sostenible. Un 75% de los edificios son ineficientes en términos energéticos, por ello, una de las prioridades es impulsar políticas para incentivar la rehabilitación garantizando que los edificios sean prácticamente autosuficientes en términos energéticos y cero emisiones.

Fomentar la sostenibilidad es imprescindible para cuidar el planeta y preservar los recursos naturales para las generaciones futuras. Se trata de un aspecto que preocupa a la sociedad, que está cada vez más concienciada con el respeto por el entorno. Los ciudadanos priman el confort, pero la salud es una las principales prioridades, y también poder ajustar el gasto energético y reducir la generación de emisiones contaminantes.

En este sentido, la Comisión Europea propone que a partir de 2030 todas las nuevas edificaciones sean cero emisiones, y que los nuevos edificios públicos lo sean antes, en un horizonte de 4 años. Asimismo, se proponen nuevas normas mínimas de eficiencia energética, que exigirían que el 15% menos eficiente de las edificaciones de cada Estado miembro de la UE se rehabilite para maximizar el potencial de descarbonización, para conseguir la neutralidad de emisiones a mediados de siglo.

Cabe destacar que la calefacción, la refrigeración y el agua caliente sanitaria son responsables del 80% de la energía que consumen los hogares en la UE. En este sentido, uno de los aspectos decisivos para garantizar una óptima eficiencia energética son los sistemas de ventilación de los edificios. La instalación de sistemas de ventilación mecánica controlada es fundamental para ahorrar energía y garantizar la calidad del aire interior, preservando la salud de las personas especialmente en los núcleos urbanos.

Ante el imparable escenario de transición energética, debemos tener presente que aquellos activos inmobiliarios que no obtengan certificaciones de sostenibilidad serán menos atractivos, requerirán un mayor gasto energético, y correrán el riesgo de quedarse fuera del mercado. Por tanto, apostar por la sostenibilidad es apostar por un futuro mejor para todos.