Santander Alternative Investments compra dos activos de living en Madrid y Barcelona

Santander Alternative Investments, la división de inversión alternativa del grupo financiero, ha sumado dos nuevos activos residenciales a su cartera en Madrid y Sant Cugat del Vallès (Barcelona). Con estas operaciones, la plataforma alcanza cinco propiedades y una inversión acumulada cercana a los 120 millones de euros, en el marco de una estrategia de 220 millones destinada al desarrollo de proyectos de vivienda flexible a gran escala.El banco lanzó el pasado año sus primeros vehículos, Santander Real Estate Equity I y Real Estate Coliving Opportunities, que le otorgan una capacidad conjunta de inversión de aproximadamente 550 millones de euros. Ambos fondos se constituyeron con aportaciones de clientes de banca privada, con una inversión mínima de 100.000 euros por partícipe.El activo adquirido en Madrid se encuentra en el número 138 de la calle Doctor Esquerdo. Se trata de un antiguo edificio de oficinas de Mapfre, vendido en 2024 a Ibosa. Santander se ha asociado ahora con esta compañía para reconvertir el inmueble en un proyecto de 215 unidades orientado a estancias corporativas de media duración. En esta sociedad conjunta, Santander mantiene una participación del 90%, en línea con otras operaciones similares.En Cataluña, la entidad ha cerrado una alianza con Urbania para promover un conjunto de 220 viviendas colectivas en Sant Cugat del Vallès. La ubicación, con una elevada demanda residencial y buenas conexiones metropolitanas, ha sido uno de los factores que han guiado la decisión de inversión. Estos proyectos se suman a las adquisiciones previamente realizadas en Valencia, Valdemar (Madrid) y Las Mercedes (Madrid), que marcaron la entrada de la plataforma en el sector a través de operaciones con Aedas y Neinor.La estrategia de Santander Alternative Investments se basa en el desarrollo de comunidades residenciales dirigidas a perfiles concretos —como estudiantes, jóvenes profesionales o trabajadores desplazados— con unidades que suelen disponer de unos 36 m2 de superficie útil y equipamientos privados. Según la entidad, los precios previstos se situarán entre un 15% y un 20% por debajo del alquiler residencial convencional. Los proyectos se desarrollan sobre suelo terciario y están diseñados para estancias medias cercanas a los nueve meses, con el objetivo de equilibrar la asequibilidad para los ocupantes y la rentabilidad para los inversores.La compañía prevé desplegar el capital restante durante el primer semestre de 2026, avanzando en su posicionamiento dentro del mercado de vivienda colaborativa en España.

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