ASPRIMA ha advertido que la capacidad eléctrica disponible en la Comunidad de Madrid es insuficiente para atender la demanda que generarán los nuevos desarrollos residenciales. Según un análisis elaborado por la organización, la potencia firme actual, estimada en 900 MW, que tras aplicar los factores técnicos se reduce a 500 MW útiles, apenas cubriría un tercio de las necesidades proyectadas, que ascenderían a 1.750 MW.
El estudio, elaborado a raíz de la reciente publicación del mapa de demanda de potencia en la red de media tensión, confirma que la falta de suministro eléctrico amenaza la viabilidad de los barrios aún por urbanizar. ASPRIMA lamenta que no exista la misma claridad sobre la red de alta tensión, cuya planificación por parte de Red Eléctrica de España (REE) no estará disponible hasta 2026. La asociación señala que el problema no afecta a la ciudad consolidada ni a los proyectos en marcha, sino a los futuros desarrollos. Actualmente, el 82,2% de los nudos eléctricos de la región tienen toda su capacidad comprometida, lo que deja solo 983.328 KV disponibles. Dado que la vivienda apenas absorbe el 10% de esa cifra, la capacidad real se limita a 98.328 KV, suficiente para alimentar unas 19.665 viviendas adicionales. En comparación, solo en los últimos 12 meses, hasta mayo de 2025, se han visado 16.598 nuevas viviendas en Madrid, casi agotando el margen disponible.
ASPRIMA recuerda que el desfase entre urbanismo e infraestructura eléctrica no es nuevo. En 2024, las solicitudes de potencia en España alcanzaron los 67 GW, de los cuales apenas el 10% correspondió a uso residencial, según datos de AELEC. Para garantizar el acceso a la vivienda en la capital, sería necesario triplicar la potencia eléctrica actual, una medida que podría dejar fuera al resto de actividades económicas. “La potencia eléctrica no puede gestionarse como un juego de supervivencia en el que unos sectores deben morir para que otros sobrevivan. Sin vivienda no hay actividad económica, pero sin actividad económica tampoco hay vivienda”, advirtió Jorge Ginés, director general de ASPRIMA.
La organización recuerda que la demanda de vivienda seguirá creciendo: el INE prevé que en los próximos 15 años se formarán 575.000 nuevos hogares en la región, mientras que el suelo disponible solo permitiría levantar 358.142 viviendas. “Si no se actúa hoy para corregir este déficit estructural, el problema se agravará, retrasando la puesta en marcha de los nuevos barrios y, con ello, la oferta de vivienda asequible”, subraya el informe.
La preocupación por la falta de capacidad eléctrica se abordó también en los foros empresariales. La presidenta de ASPRIMA, Carolina Roca, moderó en junio una mesa de debate sobre vivienda y urbanismo durante el Madrid Leaders Forum, organizado por CEIM para analizar los retos de la región ante su dinamismo económico. En el encuentro se habló de la necesidad de coordinar la planificación energética y urbanística para evitar que la escasez de potencia retrase la creación de nuevos barrios.
La entidad pide al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), a REE y a las distribuidoras eléctricas que trabajen de forma conjunta y urgente para reforzar la red y garantizar la electrificación de los desarrollos futuros. “Los promotores inmobiliarios no somos especialistas en electrificación, pero sí tenemos la responsabilidad de advertir que, sin un refuerzo urgente de la red eléctrica, será imposible responder a la demanda de vivienda que la Comunidad de Madrid necesitará en los próximos años”, concluye Ginés.
Este diagnóstico de ASPRIMA coincide con la advertencia lanzada el pasado julio por Aelēc y la propia asociación de promotores: el acceso a una red eléctrica suficiente y fiable se ha convertido en uno de los principales cuellos de botella para el desarrollo de nuevas promociones residenciales en España. Ambas organizaciones reclamaron entonces la adopción urgente de medidas para desbloquear la conexión a la red en los nuevos desarrollos urbanísticos.