La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) cerró el ejercicio 2024 con unas pérdidas de 2.826 millones de euros, lo que supone un incremento del 28,6% respecto a los 2.197 millones registrados en 2023. Según ha informado la entidad, este resultado negativo se debe, principalmente, al impacto contable de la actualización del valor de su cartera, que ha provocado un deterioro patrimonial de 2.142 millones de euros.
En paralelo, los ingresos totales de Sareb aumentaron un 12,2%, hasta alcanzar los 1.170 millones de euros, con un crecimiento del 37% en el negocio promotor, que generó 383 millones. La venta directa de activos inmobiliarios también se incrementó, un 2%, hasta los 589 millones, mientras que los ingresos derivados de la gestión de préstamos se situaron en 198 millones de euros, un 8% menos que en 2023.
Durante el ejercicio, Sareb vendió 13.081 inmuebles, un 9% más que en el año anterior. De estas operaciones, 4.682 correspondieron a ventas directas, mientras que las 8.399 restantes fueron ejecutadas por terceros, principalmente los promotores de préstamos con garantía inmobiliaria cedidos a la sociedad.
En cuanto a su balance, el valor total de los activos de Sareb se situó en 14.595 millones de euros al cierre de 2024. De esta cifra, el 57% corresponde a activos inmobiliarios y el 43% a préstamos, que han perdido valor por el vencimiento de operaciones y la baja recuperación esperada. Estos ajustes han afectado significativamente al patrimonio neto de la entidad, que ha pasado de 2.184 millones a solo 42 millones de euros, lo que representa una caída del 98%.
En su informe anual, Sareb destaca que desde su creación ha ingresado un total de 19.369 millones de euros por la venta de activos, lo que equivale al 47,6% del valor de adquisición. A pesar del deterioro patrimonial, la compañía insiste en que su actividad ha generado liquidez al sistema financiero y ha reducido significativamente el endeudamiento asociado a la reestructuración bancaria.
La sociedad, participada mayoritariamente por el Estado a través del FROB, fue creada en 2012 con el objetivo de gestionar y liquidar los activos problemáticos transferidos por las entidades financieras rescatadas. En abril de 2024, Sareb fue reclasificada dentro del sector público estatal por el Instituto Nacional de Estadística y el Banco de España, lo que supuso que su deuda pasara a computar como deuda pública.