Durante los tres primeros trimestres de 2025, España ha demostrado un liderazgo en inversión inmobiliaria, superando a otras economías avanzadas y posicionándose como referencia en Europa y a nivel global. Según datos de Colliers, la inversión en el país creció un 31% respecto a la media de 2024, mientras que la Eurozona registró una caída del 12,6%. Solo en el tercer trimestre, el volumen de inversión alcanzó 12.914 millones de euros.
Entre los factores que explican este rendimiento destacan el crecimiento sostenido del PIB, la estabilidad del empleo y el dinamismo del consumo interno, junto con una prima de riesgo reducida y un bono a diez años estable en el 3,28%, lo que genera un entorno macroeconómico atractivo para la inversión.
El segmento Living ha sido uno de los grandes motores del mercado, con más de 3.000 millones de euros invertidos y un incremento interanual del 99%. La inversión en activos hoteleros también ha acelerado su ritmo, alcanzando 2.826 millones de euros, un 41% más que en el mismo periodo de 2024, impulsada por el comportamiento del turismo y la expansión de las cadenas hoteleras nacionales. Por su parte, los activos alternativos experimentan el crecimiento más alto, con un 329% interanual, evidenciando la diversificación del mercado y la entrada de nuevos perfiles inversores.
De mantenerse esta tendencia, el volumen total de inversión podría alcanzar los 17.000 millones de euros al cierre de 2025, lo que supondría un crecimiento del 30% interanual y consolidaría a España como uno de los mercados inmobiliarios más dinámicos y resilientes del mundo.