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Aena invertirá más de 3.000 millones en la ampliación del Aeropuerto de El Prat

Redacción Observatorio Inmobiliario |
Aena invertirá más de 3.000 millones en la ampliación del Aeropuerto de El Prat
Imagen de freepik.

Aena, el Ministerio de Transportes y la Generalitat de Cataluña han alcanzado un acuerdo para impulsar la ampliación del Aeropuerto Jopes Terradellas Barcelona-El Prat, con una inversión prevista superior a los 3.000 millones de euros. La iniciativa contempla el alargamiento de la tercera pista, al construcción de una terminal satélite y la renovación de las actuales infraestructuras, y se enmarca en la estrategia de convertir El Prat en un nodo aéreo de referencia internacional. 

Según han informado las partes implicadas, el nuevo plan director del aeropuerto estará aprobado en 2028, las obras comenzarán en 2030 y su entrada en servicio está prevista para 2033. La intervención permitirá absorber un mayo tráfico de vuelos de largo radio, en un contexto en el que el aeropuerto cerró 2024 con cerca de 55 millones de pasajeros, carca de su capacidad máxima actual. 

La ampliación incluye la prolongación de la tercera pista, la más cercana al mar, en unos 500 metros, lo que facilitará el despegue y aterrizaje de aeronaves intercontinentales sin necesidad de penalizaciones operativas. Además, se plantea la edificación de una nueva terminal satélite, que podría tener una capacidad para 20 millones de pasajeros anuales, la mejora de las terminales T1 y T2 y la ampliación de los aparcamientos. 

Además, el proyecto incorpora una serie de medidas ambientales, necesarias para su tramitación. Entre ellas, destaca la restauración de entre 250 y 300 hectáreas del entorno natural del Delta de Llobregat, como compensación por el impacto sobre áreas protegidas como La Ricarda y El Remolar. También se ha reducido la superficie inicialmente prevista de ocupación sobre la laguna de La Ricarda, que se recorta en cerca de 90 metros respecto al planeamiento anterior rechazado en 2021. 

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha subrayado el carácter “sólido y consensuado” del acuerdo, mientras que desde Foment del Treball lo han calificado como uno de los proyectos clave para la competitividad de Cataluña en la próxima década. No obstante, la iniciativa ha generado oposición por parte de varios municipios afectados, como El Prat de Llobregat, y de partidos como los Comuns, la CUP o ERC, que advierten del posible rechazo por parte de la Comisión Europea si no se garantiza la protección del entorno natural.

Un proyecto con implicaciones para el sector inmobiliario

Más allá de su dimensión aeroportuaria, la ampliación de El Prat tendrá un impacto indirecto sobre el mercado inmobiliario metropolitano. La mejora de la conectividad internacional podría reforzar la demanda de oficinas vinculadas a la inversión extranjera y al sector tecnológico, especialmente en los municipios del Baix Llobregat y las áreas de expansión económica como el Parc Logístic de la Zona Franca.

Asimismo, el aumento de actividad logística y de servicios vinculados al aeropuerto puede traducirse en una presión adicional sobre el suelo industrial y terciario en la zona sur del área metropolitana. A ello se suma el posible impulso a proyectos residenciales vinculados a nuevos empleos y actividad económica derivada de la operación aeroportuaria, en un momento en el que la oferta de vivienda en Barcelona y su entorno continúa siendo limitada.

La ejecución del proyecto también exigirá coordinación entre las distintas administraciones para asegurar la viabilidad urbanística, ambiental y técnica de las actuaciones, y podría generar oportunidades para el sector constructor y de infraestructuras. En este sentido, la experiencia de anteriores ampliaciones del aeropuerto, como la de 2009, muestra que este tipo de intervenciones puede actuar como dinamizador económico, con repercusiones en distintos segmentos del real estate.

La Comisión Europea será, en última instancia, quien tendrá que validar el nuevo plan director, en función de su adecuación a la normativa ambiental comunitaria. Hasta entonces, el acuerdo alcanzado marca un punto de partida que reabre el debate sobre el equilibrio entre crecimiento económico y protección ambiental, y sitúa al aeropuerto como eje estratégico de futuro para Cataluña.