La rehabilitación energética se encuentra en el orden del día. España, y el resto de Europa, tienen una oportunidad sin precedentes para remodelar y rejuvenecer su parque edificado. En este sentido, la llegada de los fondos europeos, que dotará a Navarra de 47 millones de euros desde 2021 hasta 2026 para impulsar dicha rehabilitación, será una palanca clave para mejorar la eficiencia energética de los inmuebles.
Pero ¿Cómo se encuentra el parque edificado en nuestro país? ¿Y en Navarra? Según datos del gobierno navarro, el parque residencial de la Comunidad Foral tiene una antigüedad media de 54 años y más de la mitad de las viviendas fueron construidas antes de 1980. Hay más de 105.000 viviendas que tienen más de 50 años -más de una de cada tres viviendas-, y casi 40.000 de estas de antes de 1920.
Además, por zonas geográficas, destaca la zona del Área Central y Media donde hay más de 20.000 viviendas anteriores a 1920, frente a las del Pirineo donde la cifra no llega a las 4.000. Estas cifras dibujan un panorama desigual entre las diferentes regiones de Navarra y ponen de manifiesto la necesidad de invertir en soluciones que ayuden a disminuir la demanda energética.
Una buena manera de hacerlo es a través del aislamiento de lana de roca de Rockwool. Este material sostenible, por sus propiedades térmicas, acústicas y de protección al fuego, se ha convertido en un imprescindible para reducir la factura energética y, al mismo tiempo, ayudar a mantener una temperatura agradable sean cuáles sean las condiciones climáticas del exterior.
Navarra, una de las comunidades pioneras en eficiencia energética
La Comunidad de Navarra es una de las regiones de España más avanzadas en cuanto a rehabilitación energética. Un ejemplo que nos muestra su avance es el proyecto Efidistrict, un proyecto de rehabilitación energética en el barrio de viviendas sociales de Txantrea (Pamplona), donde el 70% de las mismas fueron construidas antes de 1980, por lo que sufrían grandes pérdidas energéticas.
La iniciativa, impulsada por el Gobierno de Navarra y Nasuvinsa y con la colaboración de Rockwool Peninsular, tenía como objetivo realizar una rehabilitación energética integral de todo el barrio sobre el que luego apoyar una estrategia regional que permita impulsar las dinámicas de rehabilitación y transformación en otros municipios de Navarra. Entre las medidas adoptadas se encuentra la reducción del consumo de energía, sustituyendo el uso de combustibles fósiles por fuentes de energía renovables como la biomasa, la incorporación del aislamiento térmico de la envolvente con lana de roca de Rockwool, para dotar a estas edificaciones de las máximas prestaciones térmicas y, así, reducir el consumo.
Las principales ventajas que tienen ahora los residentes de las viviendas rehabilitadas son un ahorro energético de 3.186 MWh/año y un ahorro económico en consumos energéticos de 254.880€/año. La mejora para los residentes de estas viviendas (50.106 m2 de superficie rehabilitada) va mucho más allá de una fachada estética renovada. Cuentan con una nueva envolvente térmica que incluye el aislamiento de fachada por el exterior Rockwool, que ha permitido esta reducción en el consumo energético y un mayor confort térmico y acústico en el interior.