La última edición del informe Inmocoyuntura de Euroval y de su Instituto de Análisis Inmobiliario arroja unos datos que hablan por sí mismos: los precios de la vivienda nueva han subido ininterrumpidamente durante los últimos años hasta alcanzar los niveles previos a la crisis económica de 2008, es decir, los valores de la burbuja inmobiliaria.
De acuerdo con el informe de Euroval, “en 2021 los precios medios de la vivienda nueva aumentaron considerablemente respecto a 2019, pasando de 234.646 a 255.428 euros, mientras que las compraventas, aunque subieron de 56.286 en 2019, a 71.734 en 2021, continuaron manteniendo las características propias de un mercado de precios al alza y relativamente pocas operaciones”. De hecho, y según Euroval, las viviendas nuevas apenas representan en la actualidad el 18% del total de compraventas de vivienda nueva que se vendían en España en el momento de mayor auge del mercado, a mediados de la década pasada. Con relación al total de transacciones, las ventas de vivienda nueva supusieron en 2021 el 12% de las transacciones totales.
A la hora de buscar razones que expliquen esta tendencia, Euroval apunta, además del repunte en la demanda, al aumento en la calidad del producto residencial por las mayores exigencias de los compradores y por el creciente compromiso de las promotoras por la sostenibilidad. En este sentido, los autores del informe advierten que, de ser así, se estarían comparando viviendas de distintos tipos, que no reflejarían necesariamente la variación de precio que debería establecerse para productos homogéneos.