El precio de la vivienda en España ha experimentado un aumento del 3,5% en comparación con el mismo periodo del año 2022, según datos recientes derivados del estudio realizado por el departamento de Research de Gesvalt. Esta tendencia al alza es la décima consecutiva que se registra por encima del 3%. Sin embargo, se detectó una disminución en comparación con el aumento interanual del primer trimestre de 2023, que fue del 6,4%.
El informe también señala que, en comparación con el trimestre anterior, ha habido una disminución del 1,1% en el precio de la vivienda. Este hecho marca una ralentización en el mercado de compraventas y sugiere una estabilización de precios. Los analistas de Gesvalt anticipan que este patrón de crecimiento debería estabilizarse aún más en los primeros meses de 2024.
En términos concretos, el precio medio de la vivienda se sitúa en 1.551 euros por metro cuadrado, lo cual está un 27,6% por debajo del récord alcanzado en el primer trimestre de 2008. Esto indica que una vivienda promedio de 90 metros cuadrados que costaría 134.820 euros el año pasado ahora costaría 139.590 euros.
A nivel regional, Baleares lidera con el precio más alto de vivienda, situándose en 2.717 euros por metro cuadrado, seguida por la Comunidad de Madrid y el País Vasco. Por otro lado, Castilla La Mancha y Extremadura registran los precios más bajos con 883 euros y 847 euros, respectivamente.
El precio medio de la vivienda se sitúa en 1.551 euros por metro cuadrado, lo cual está un 27,6% por debajo del récord alcanzado en el primer trimestre de 2008
El estudio también resalta variaciones regionales en la evolución del precio de la vivienda. Canarias y Baleares destacan con crecimientos superiores al 7% en el último trimestre. A nivel provincial, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Alicante y Lugo encabezan los aumentos.
En cuanto al mercado del alquiler, se ha registrado un aumento del 18% en las islas. Barcelona lidera con las rentas más altas, seguida de Baleares y Madrid. Jaén, Teruel, Cáceres y Zamora registran las rentas más bajas.
Finalmente, el esfuerzo teórico necesario para adquirir una vivienda ha superado el umbral saludable del 35%, situándose en un 38,3%. Además, el plazo medio de las nuevas hipotecas ha ascendido a 24,7 años, pero con una reducción en la tasa de dudosidad del crédito hipotecario y en la relación entre el préstamo solicitado y el valor de los inmuebles a financiar.