Se espera un descenso en el número de visados para 2023, por debajo de los 108.895 registrados en 2022. Esta reducción se debe lógicamente a la incertidumbre económica actual, que hace que la mayoría de los inversores se encuentre en una posición de wait&see.
En 2022 se alcanzaron cifras de transacción récord (649.494) y se estima que en 2023 las compraventas se sitúen por debajo de las 500.000 transacciones (en la media de los últimos 15 años), debido al alza en los tipos de interés y la menor renta bruta real disponible.
En cuanto a los precios, el sector espera una estabilización, pero no una corrección a la baja. Existe un desequilibrio claro entre oferta y demanda, un síntoma de la resiliencia del sector residencial y de que se producirá un embalsamiento de la demanda en los próximos meses.
El sector residencial no solo se ha convertido en un asset class per se y en uno de los que concentra mayor inversión, sino que ha evolucionado hacia el living, integrando todas las tipologías vinculadas a las distintas formas de vivir: residencias de estudiantes, coliving, apartamentos con servicios, BtR, senior living, apartamentos flexibles, etc.
Estos nuevos modelos están atrayendo mucho interés e inversión y se están desarrollando nuevos proyectos para responder a las necesidades de la sociedad. En España, todavía se consideran alternativos y estamos lejos de las cifras de inversión de otros mercados europeos, lo que nos convierte en un país muy atractivo para la inversión y desarrollo de este tipo de proyectos