En el mundo inmobiliario han aparecido nuevas situaciones coyunturales producto de una sociedad más líquida y conectada en cuyo entorno diario se confunden las fronteras entre lo privado, lo público y lo secreto.
Es un proceso emocionante, acelerado y exponencial de cambio que hace que todo requiera constante adaptación, por lo que la flexibilidad de estos espacios es más que nunca necesaria.
No hay datos para considerar que no se va a recuperar, pero parece que no va a ser nunca como antes, así que a lo que se denominará “recuperación” será ese estado de equilibrio entre lo híbrido, lo constante, la innovación responsable y lo efímero. En Chapman Taylor, se diseña para las necesidades sociales, inversoras, emocionales y humanas de sus usuarios para no estar bajo el yugo de las modas o las fluctuaciones económicas.
Responsabilidad y tecnología son las herramientas clave para la adaptación exitosa de las oficinas en sus procesos inmobiliarios. Las exigencias se centran en nuevas necesidades y calidades de nuestra vida diaria y donde vemos mayor mejoría es en el cuidado del cliente/usuario, en la elaboración de interiorismos con usos responsables de materiales, estilos neutros, cambiantes y ambientes con estilo “hogar y ocio” para crear un nuevo efecto llamada sobre el espacio de trabajo.