Es más que evidente que la sostenibilidad es uno de los factores que están siendo determinantes para todo el sector inmobiliario y en especial para los promotores. Aquellos proyectos residenciales con características sostenibles o certificaciones están contando con una mejor aceptación, y, por tanto, resultarán más atractivas tanto para inversores como potenciales compradores.
Ante la necesidad, los inversores y las entidades de financiación están adaptándose de forma proactiva a las nuevas normativas europeas en materia de sostenibilidad. Estas nuevas regulaciones están siendo esenciales en su toma de decisiones. Como resultado, los inversores están integrando análisis de riesgos climáticos y criterios de sostenibilidad, priorizando activos que cumplen con estándares verdes y muestran mayor resiliencia frente a desafíos medioambientales.
También estamos observando cierta flexibilización de las condiciones de la banca para la financiación de promociones, aunque mantienen unos determinados filtros que pueden hacer complicados determinados proyectos. Las entidades financieras están incorporando métricas de sostenibilidad en sus evaluaciones de riesgo crediticio, lo que favorece a los proyectos y activos que demuestran un compromiso claro con la eficiencia energética, la reducción de emisiones y la gestión responsable de recursos. Sin embargo, también hemos presenciado un auge de métodos alternativos de financiación que permiten, a un coste mayor, impulsar estos desarrollos.
En este sentido, es esencial acompañar a las empresas en sus proyectos sostenibles, tal y como hacemos desde Gesvalt a través de nuestra área de consultoría en sostenibilidad. El trabajo de asesoramiento especializado y valoración de activos está siendo funda mental para los inversores. Obtener determinados certificados que acrediten su condición de sostenible se vuelve un elemento imprescindible a la hora de fijar un plan de negocio para un proyecto determinado y obtener financiación y compradores.