España es el quinto país con menor parque de vivienda pública de la Unión Europea y la producción se encuentra en mínimos históricos, así que los retos a los que nos enfrentamos son significativos. Una de las barreras que dificultan la generación de vivienda es la escasez de terrenos asequibles, que muchas veces dependen de las administraciones.
En el caso de acceder a terrenos asequibles, en los últimos años se ha experimentado una subida de costes en los materiales de construcción. Esto ligado a que cada vez existe una mayor esca sez de profesionales capacitados, encarece los costes de la construcción.
Un reto que sí está en la mano del sector es diseñar y construir proyectos asequibles pero rentables, que sean atractivos y basados en una arquitectura sostenible, duradera en el tiempo. Las nuevas formas de construcción industrializada están abriendo oportunidades y este es el camino que debemos seguir. No se trata solo de generar vivienda asequible de base, sino de que esas viviendas contribuyan al ahorro económico a largo plazo e impacten de forma positiva en el entorno.
Para que esto sea posible, es necesario que el sector esté concienciado y que las administraciones trabajen en la misma dirección. Desde el sector de la construcción los últimos años han sido de evolución constante y se han producido mejoras importantes en cuanto a las soluciones constructivas, que buscan responder a las nuevas necesidades de un consumidor más informado con unas exigencias que muchas veces se salen del esquema tradicional.
Desde el sector público, las normas urbanísticas y los plazos de adjudicación de una licencia de obra en muchas ocasiones no están orientados a incentivar el desarrollo de una vivienda asequible. Por eso es tan importante que la Administración de un paso adelante y acepte los retos de la vivienda en España.