La fortaleza del sector inmobiliario, clave en estos momentos

Roger M Cooke

Roger M Cooke

presidente de RICS en España

El año 2020 arrancó con buenas perspectivas para el sector. El sentimiento que tenían a principios del ejercicio los profesionales hacia el mercado inmobiliario en España evolucionaba de forma moderada, apoyado en una mejora de la percepción, tanto en el lado de la ocupación como de la inversión.

Además, el segmento de oficinas se posicionaba como uno de los más atractivos en ubicaciones prime y secundarias, generando un gran interés desde el la de la demanda, por parte de los ocupantes y de la inversión. Mirando a futuro, las proyecciones de las rentas del alquiler y del valor de capital para este año mejoraban en las ubicaciones prime para oficinas, industrial y retail.

Estas son algunas de las principales conclusiones del Commercial Property Monitor correspondiente al último trimestre de 2019, que elabora RICS, la organización internacional de referencia en acreditación del sector inmobiliario, a partir de las respuestas de más de 2.900 profesionales del sector.

No obstante, el primer trimestre del año ha terminado con un actor inesperado: el COVID-19, cuyos efectos no sabemos con certeza cuánto se alargarán y de qué magnitud serán. Desde RICS, confiamos en que la buena salud y fortaleza del sector inmobiliario en España ayuden a capear los efectos del coronavirus.

A finales de 2019, las perspectivas de una evolución al alza de las rentas del alquiler en los próximos 12 meses, según las conclusiones del Commercial Property Monitor, eran un ejemplo de los sólidos fundamentales del mercado.

La previsión de incrementos en las rentas estimada por los profesionales del sector durante este año era de un 4,5 % en oficinas, un 3 % en industrial y un 2 % en retail, todos en ubicaciones de primera.

Para Europa, la situación también se esperaba positiva. Las perspectivas para el sector inmobiliario apuntaban a un cambio de mentalidad en los inversores debido al enfriamiento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y otros factores macroeconómicos como la prolongación de las políticas monetarias de bajos tipos de interés.

La propagación del coronavirus en todo el mundo cambia por completo cualquier previsión hecha a principios de año sobre la evolución del sector en particular y de la economía en su conjunto en 2020. Por este motivo, debemos mostrarnos muy cautos, ya que la situación es muy cambiante.

Teniendo en cuenta la situación actual, el impacto del coronavirus en el sector inmobiliario español no va a ser homogéneo. La compraventa y el alquiler pueden resentirse. Por otro lado, inversores con una elevada liquidez podrían estar interesados en realizar operaciones durante este período.

Además, las políticas de gestión de edificios van a experimentar un drástico cambio después de aprender que tanto el inmueble como su contenido son fuente importante de transmisión de infecciones.

En estos momentos, los esfuerzos deben estar enfocados en el sistema sanitario. Sin embargo, esperamos que las administraciones públicas intenten minimizar el impacto en la economía de sus políticas de ayudas e intervenciones dirigidas a las empresas y los ciudadanos. La prioridad debe ser que las personas y las empresas sufran lo menos posible los efectos de esta crisis. Solo así estaremos lo mejor posicionados posible para encarar la fase de recuperación, donde será imprescindible que las empresas, sobre todo las pequeñas, el tejido productivo de este país, vuelvan a tener actividad y generar empleo.