La implantación de la construcción industrializada avanza, pero no a la velocidad ideal. Este proceso implica un cambio profundo en la mentalidad de todos los agentes del sector, basado en la confianza, la transparencia, la colaboración y el trabajo en equipos integrados con una meta común. Sin embargo, según nuestra experiencia, este cambio no es fácil ni inmediato. La resistencia por abandonar el “siempre lo hemos hecho así” requiere de voluntad y de tiempo de adaptación.
Como pioneros en España en el uso de sistemas industrializados para la producción de un gran volumen de viviendas ejecutadas a la vez, hemos afrontado retos significativos. La ausencia de experiencia previa con esta escala convirtió los inicios en un banco de pruebas, que superamos adaptando el sistema a las realidades de los proyectos, mejorándolo y evolucionándolo frente a las exigencias de nuevos programas.
Hoy, tras completar las primeras promociones, el sistema ha alcanzado un alto grado de optimización y de eficiencia en todas las fases constructivas. La experiencia acumulada con las primeras 1.763 viviendas terminadas y construidas mediante construcción industrializada ha consolidado un método eficiente.
Pero, aunque los avances son sólidos, el ritmo deseado solo se alcanzará cuando todos los industriales con un método constructivo definido, y con un centro de producción existente, se crean que con una economía de escala son capaces de abordar un gran número de viviendas a un coste ajustado y, a su vez, el resto de actores del sector adopten plenamente esta mentalidad innovadora y colaborativa, clave para la transformación de la construcción en España y, posiblemente, único camino que dé solución a un sector constructor actual envejecido y poco atractivo para los jóvenes.