El incremento del turismo en España en los últimos años plantea un doble desafío: por un lado, su consolidación como motor económico; por otro, su compatibilidad con la sostenibilidad urbana, territorial y social. En este contexto, la sostenibilidad no debe interpretarse únicamente en términos medioambientales, sino también desde una perspectiva de gestión eficiente del alojamiento, optimización de recursos y accesibilidad a largo plazo.
En Travelodge España, entendemos que el crecimiento del turismo debe ir acompañado de modelos operativos sólidos, transparentes y comprometidos con las comunidades locales. Nuestro modelo de negocio, centrado en hoteles urbanos funcionales de gama media y económica, permite absorber gran parte de la demanda con una propuesta accesible, eficiente y con bajo impacto en el entorno.
Además, la flexibilidad de nuestro modelo (hoteles en propiedad o alquiler a largo plazo, reformas sobre edificios existentes, conversión de oficinas en hoteles) contribuye a evitar la presión especulativa sobre el suelo, mientras se da una segunda vida a activos inmobiliarios con alto potencial. Apostamos por ubicaciones estratégicas, conectadas con transporte público y alejadas del modelo de sobreexplotación.
El futuro del turismo no reside en frenar la llegada de visitantes, sino en canalizar esa demanda a través de propuestas responsables y bien gestionadas. Con más de 600 hoteles en Europa, Travelodge ha demostrado que el crecimiento puede combinarse con eficiencia y responsabilidad. En España, su presencia en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante o Málaga contribuye a estructurar una red de alojamiento basada en criterios de utilidad, accesibilidad y respeto al entorno.
El turismo seguirá creciendo, pero la clave será cómo lo gestionamos. Y en ese sentido, el modelo de hospitalidad funcional cobra cada vez más sentido.