Hoteles y Turismo

El auge hotelero: un horizonte de oportunidades, pero también de riesgos

Óscar Sánchez

Óscar Sánchez

Presidente de Hoteles Bestprice

El sector hotelero es uno de los más rentables y estables para aquellos inversores que buscan solvencia y garantía a largo plazo. El resultado dependerá de cómo se gestiona, pero los inversores duermen tranquilos cuando deciden invertir en el sector hotelero. Este mercado aúna la parte inmobiliaria, que, combinada con el turismo, da lugar a uno de los sectores con más glamour en los últimos meses. Las oportunidades existen y hay mucho por hacer y modernizar. Y en la fórmula de la rentabilidad hotelera surge la importancia de contar con un buen operador.

En un país conocido por sus hoteles y hoteleros, donde el sector turístico siempre ha representado una parte importante de la riqueza nacional, observamos la creación de una burbuja en el precio de las últimas transacciones en el mercado hotelero. Este fenómeno es impulsado por el apetito de estar presente en un sector aparentemente muy rentable. La llegada de nuevos inversores está llevando a una valoración de los establecimientos hoteleros sin precedentes, lo que pone en riesgo la viabilidad de los mismos. Se está gestando una nueva burbuja hotelera y su eventual estallido podría tener consecuencias negativas, especialmente para aquellos que invierten en el punto más alto.

Aunque la tendencia es positiva debido a la llegada de nuevos inversores que traen consigo financiación para modernizar la infraestructura hotelera e introducir innovación en un sector maduro, no se debería valorar los activos únicamente desde un punto de vista inmobiliario. Es crucial considerar la operativa de los hoteles y los indicadores clave del sector, como la ocupación y las tarifas (ADR), que determinan el RevPar. Cuanto más caro es el valor de una operación inmobiliaria, mayor es la presión sobre el RevPar para el operador, por lo que es necesario ser cauteloso con cada transacción y ubicación. El mercado no puede aceptar todo a cualquier precio.

La combinación de especulación y la entrada de nuevos participantes puede desencadenar una “espiral de la muerte”, donde todos resultan perjudicados. Las operaciones a precios inflados trasladan la presión al operador del hotel, que debe aumentar las tarifas (ADR) y maximizar la ocupación. Sin embargo, la demanda no siempre acompaña a la oferta. Aunque actualmente sí lo hace, lo cual atrae a nuevos inversores, el sector hotelero ha pasado recientemente por momentos de preocupación e incertidumbre, o pandemias que erosionan todo. Esperamos que el buen momento continúe en 2024 y 2025 y que no tengamos que enfrentar cierres o traspasos de hoteles por falta de rentabilidad.

Los nuevos inversores son instituciones recién llegadas al sector. Además de su inversión, se suma la expansión de establecimientos por parte de los jugadores tradicionales, lanzando al mercado numerosos nuevos hoteles. Este aumento de la oferta fomenta la competencia. Sin embargo, también estamos viendo la entrada de nuevos intermediarios con un enfoque especulativo. Estas figuras, más inmobiliarias, buscan sobrevalorar activos simplemente por su potencial uso hotelero, a menudo sin justificación. También hay quienes, provenientes de otros negocios como el alquiler de locales, buscan convertirse en propietarios de hoteles, sin comprender plenamente el sector y diseñando operaciones de inversión con una visión cortoplacista, sin considerar que los operadores hoteleros necesitan tiempo y estabilidad.

Nosotros hemos optado por cotizar en Bolsa y beneficiarnos de la transparencia y exigencias del mercado bursátil. Hoteles Bestprice cotiza en EURONEXT. Esto nos permite asegurar a los inversores y socios de cada establecimiento que cuentan con el mejor operador para sus hoteles y una buenísima rentabilidad. Es un trabajo conjunto de valoración y equipo donde todos ganan. Son fundamentales la experiencia, el buen hacer, las buenas prácticas y el conocimiento del mercado, con operaciones transparentes.