Eloy Bohúa

Eficiencia, especialización, colaboración, reputación, flexibilidad

Eloy Bohúa

Eloy Bohúa

CEO de Planner Exhibitions

El futuro de la industria inmobiliaria se puede analizar desde muchos puntos de vista. A mí me parece interesante reflexionar sobre cinco cuestiones, las que están reflejadas en el título, que, a mi modo de ver, van a ser importantes en la configuración de una industria que va a cambiar mucho en los próximos años.

La eficiencia, a través del cambio tecnológico. El inmobiliario ha tardado más de lo deseable en subirse al carro de la digitalización y de la innovación. Primero por la bonanza, que crea muchas ineficiencias; después, por la crisis, que devastó al sector. La tecnología va a ser, a mi juicio, uno de los game changers en los próximos años, hasta el punto de que veremos convivir empresas inmobiliarias tecnológicamente avanzadas frente a otras que correrán el riesgo de quedarse en el camino si no apuestan claramente por la innovación.

La IA generativa abre unas posibilidades inimaginables: procesos que ahora duran semanas o meses se podrán llevar a cabo en pocos días. Pero para sacar provecho de las ventajas competitivas será preciso un cambio paradigmático en la formación y en la propia estructura y competencias técnicas de los recursos humanos. La destreza tecnológica será más importante que saber idiomas.


"El inmobiliario ha tardado más de lo deseable en
subirse al carro de la digitalización y de la innovación
"


La especialización es una tendencia que se viene produciendo de unos años para acá y que se está acelerando. Algunos pueden decir que hay mucho de marketing en las nuevas denominaciones de los asset class. Tal vez pueda haber algo de cierto, pero la verdad es que las categorías de activos son cada vez más diversas y sus correspondientes agentes de la cadena de valor (promotores, inversores, operadores, financiadores, consultores, proveedores, clientes, usuarios…) son cada vez más especializados. Si tendemos, como dicen muchos expertos, hacia una industria cuyos clientes se decantan por el uso más que por la propiedad, parece claro que la tendencia será cambiar de vivienda con más frecuencia que ahora. Y cada mudanza estará motivada por un cambio en las necesidades que justifica la búsqueda de una vivienda diferente en tipología, ubicación o servicios.

Las empresas inmobiliarias ganadoras serán las que mejor gestionen el conocimiento de las necesidades y expectativas de una demanda cada vez más segmentada.

Colaboración es la palabra de moda en el inmobiliario. Pero más allá de aplicarse a modelos para impulsar la producción de viviendas asequibles, que es necesaria, creo que ha llegado para quedarse. Son tantos los desafíos que deben enfrentar las sociedades urbanas que la respuesta no podrá venir más que del entendimiento y la colaboración de los agentes públicos entre sí y de estos con los privados. Entre estos últimos, la industria inmobiliaria tiene reservado un papel protagonista que debe saber desempeñar. Cuestiones como el cambio climático, la natalidad, la sostenibilidad de las pensiones, la lucha contra la desigualdad, la calidad de vida de los mayores, por citar algunos, pueden parecer temas lejanos y, sin embargo, la vivienda juega un papel primordial en todos.


"Las empresas inmobiliarias ganadoras serán las que
mejor gestionen el conocimiento de las necesidades
y expectativas de una demanda cada vez más segmentada
"


Reputación: prestigio o estima en que son tenidos alguien o algo. Desde luego, en esto hemos mejorado. Es lo que tiene hacer las cosas cada vez mejor. Sin embargo, la crisis de oferta, el incremento de precios que lleva aparejada y la subida de los tipos de interés han empeorado la ratio de esfuerzo para comprar o alquilar la vivienda habitual y eso pasa factura al sector y a sus empresas, a los que se acusa con frecuencia de ser los únicos responsables de la situación.

Los que estamos dentro sabemos que las cosas son de otra manera, pero es difícil explicarlo y a veces incluso no hemos sabido hacerlo bien. Es verdad que la interlocución y la colaboración con los poderes públicos es infinitamente mejor ahora, pero hay mucho margen de mejora en la opinión que los ciudadanos tienen de nosotros como industria.


"No hay alternativa a flexibilizar el urbanismo en la medida
que debe ser considerado como una de las palancas de
atracción de talento, competitividad, crecimiento y
bienestar de las ciudades y sus habitantes
"


Tener una buena reputación no necesariamente es un fin en sí mismo, sino más bien la condición para que tu opinión sea escuchada y tenida en cuenta. Hay que tomarse este asunto en serio, adoptar estrategias de sector y perseverar.

Flexiblidad. Otra palabra de moda. Tan necesaria en una disciplina tan encorsetada como el urbanismo. Las sociedades van a tal ritmo y las necesidades son tan perentorias, que las leyes que lo regulan son a veces anacrónicas. No creo que haya alternativa a flexibilizar el urbanismo en la medida que debe ser considerado como una de las palancas de atracción de talento, competitividad, crecimiento y bienestar de las ciudades y sus habitantes.

El reto estará en encontrar un equilibrio con la preservación de valores que nos distinguen como sociedad avanzada.