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Adaptar la oferta al viajero: claves para entender la demanda de alojamientos turísticos

Chema González

Chema González

CEO de Alterhome

Es importante tener en cuenta algunas variables que afectan de forma directa al perfil de demanda, como la estacionalidad, el modelo de ciudad y el tipo de viajero. Y aquí es clave en tender las razones por las que el visitante elige su destino en cada momento. No es lo mismo un destino de costa en verano que una ciudad patrimonial en temporada baja, y esa diferencia marca profundamente el tipo de demanda y, por tanto, el tipo de alojamiento que destaca en cada momento.

En destinos urbanos como Córdoba, el viajero suele buscar estancias cortas, de una o dos noches, y valora especialmente la ubicación, el encanto local del alojamiento y la experiencia cultural. Aquí destacan los hoteles boutique y las viviendas tu rísticas con identidad andaluza. En contraste, ciudades como Málaga, también andaluza, pero con perfil más internacional y costero, muestran un comportamiento diferente durante el año. Fuera de la época estival, proliferan los viajeros que se quedan semanas o incluso meses, como los nómadas digita les, que priorizan el confort, la conectividad y espacios donde puedan teletrabajar. Para ellos, los apartamentos turísticos bien equipados se han convertido en una tipología en auge.

Durante la temporada alta, el perfil del visitante cambia. Aumenta la demanda de familias y grupos que buscan ocio, estancias más amplias y servicios comunes. Los apartahoteles, villas o viviendas vacacionales bien ubicadas y adaptadas a estos públicos se vuelven entonces los grandes protagonistas.

En definitiva, no hay una única fórmula ganadora. Los alojamientos más dinámicos son aquellos capaces de adaptarse con agilidad a quién llega, cuándo llega y qué espera encontrar. Y comprender esta diversidad es clave para mantenerse relevante en un sector que está en constante evolución.