PUNTOS DE VISTA: Carlos Armero
Consejero delegado de Mace 1.- ¿Qué valor añadido aporta el project management a inversores, promotores, propietarios e inquilinos de inmuebles? Podríamos decir que los servicios que prestamos a inversores, promotores, propietarios e inqui
Consejero delegado de Mace
1.- ¿Qué valor añadido aporta el project management a inversores, promotores, propietarios e inquilinos de inmuebles?
Podríamos decir que los servicios que prestamos a inversores, promotores, propietarios e inquilinos de inmuebles son enfoques diferentes de un mismo servicio, puesto que el objetivo del project manager siempre es que el proyecto se entregue cumpliendo los criterios previamente acordados con las partes.
El inversor financiero tiene una percepción muy precisa de lo que quiere invertir y la rentabilidad que espera obtener. La información rigurosa en tiempo real de la situación del proyecto que le permita actuar ante cualquier desviación es clave. La función del project manager es asegurar que el inversor disponga de la información necesaria y recomendar las medidas de control necesarias para minimizar el riesgo de la inversión, estableciendo en su caso medidas correctoras para mantener el proyecto dentro de las previsiones establecidas.
Para el promotor, el project manager se convierte en el gestor integral del proyecto. Entre sus funciones se incluirá la planificación estratégica del proyecto, el seguimiento y valoración económica del diseño, la tramitación de permisos y licencias, el análisis y gestión de los riesgos, la estimación y control de costes, la gestión de contratación y un control exhaustivo de la construcción para asegurar la entrega del proyecto en los términos de plazo, coste y calidad definidos.
Cuando el propietario encarga el proyecto a un promotor delegado, la función del project manager es asegurar que el promotor delegado cuenta con los medios propios o externos necesarios para el diseño, gestión, construcción y entrega del proyecto de acuerdo con las especificaciones y criterios de diseño establecidos en el contrato de promoción. La función del project manager será monitorizar los trabajos del promotor delegado para asegurar que el proyecto se entrega cumpliendo los plazos y calidad establecidos. Asimismo, realizará un control exhaustivo de las certificaciones de obra para asegurar que los pagos corresponden con el avance de las obras y condiciones contractuales.
Cuando el project Manager trabaja para el inquilino pueden darse dos circunstancias. Si se trata de un proyecto de nueva construcción, el project manager verificará que las condiciones del diseño se ajustan a las necesidades de ocupación y a la actividad del inquilino y que el proyecto incorpora las instalaciones especiales y personalización necesarias. Si se trata de implantar la actividad del inquilino en un edificio existente, el project manager se encargará de gestionar el diseño, contratación y ejecución de las obras de acondicionamiento haciendo compatibles las necesidades del inquilino con el pliego de ejecución de obras del propietario.
En definitiva, el project manager defenderá en primera instancia los intereses de su cliente, pero su valor añadido se extenderá a todos los agentes en tanto en cuanto la actuación del Project Manager permitirá que el proyecto se desarrolle en los términos de plazo, calidad y coste previstos.
2.- A su juicio, ¿está la actividad de project management creciendo en paralelo a la reactivación del sector inmobiliario en España?
En un entorno más profesionalizado y con una creciente participación de inversores y promotores internacionales, la demanda de servicios de project management tiende a crecer consolidando la actividad de las empresas que ofrecemos estos servicios. Durante los difíciles años de crisis, Mace en España ha seguido fiel a sus principios de independencia y en mantener una oferta de servicios especializada y de alto nivel en la gestión de proyectos inmobiliarios y en consultoría técnica en edificación. Estamos convencidos de que esta decisión, que en algún momento ha podido limitar nuestras opciones de participar en algunos proyectos que hubieran requerido la prestación de servicios que no están en nuestro planteamiento empresarial o el establecimiento de peligrosas alianzas, ha sido la correcta. Pensamos que Mace se percibe en el mercado como una empresa internacional con sólidas raíces en España y con un claro referente de calidad asociado a nuestra marca, que es precisamente lo que pretendemos.
3.- ¿Qué retos y oportunidades se abren para el project management con este impulso de la actividad inmobiliaria?
Las oportunidades se derivan de la profesionalización del sector y de la filosofía empresarial de los nuevos promotores e inversores, mucho más orientados a la externalización de las actividades de gestión en compañías especializadas como Mace que en la gestión con recursos propios que exigirían un crecimiento orgánico difícil de adaptar a las posibles fluctuaciones de la actividad.
El principal reto es ofrecer un servicio de calidad a un precio competitivo. La clave es la aplicación de una sistemática de trabajo rigurosa y con procedimientos testados que nos permita incrementar nuestra productividad y centrar nuestro esfuerzo en aquello que realmente aporta valor al cliente.
4.- ¿Cómo aborda su compañía desde el punto de vista estructural y de negocio este nuevo momento del sector?
Nuestra estrategia es dirigir nuestra compañía hacia los sectores más activos en el mercado y, sobre todo, a los nuevos promotores e inversores que están irrumpiendo con fuerza en el sector.
Mantenemos una línea de crecimiento orgánico incorporando nuevos profesionales en plantilla para asegurar su plena integración en los procedimientos y filosofía de trabajo de Mace. De esta forma podemos ofrecer total garantía a nuestros clientes sobre la calidad del servicio prestado.
Uno de los valores de Mace reza “siempre buscar una forma mejor de hacer las cosas”. En Mace somos inconformistas por naturaleza y nunca nos conformamos ni nos confiamos cuando abordamos un proyecto. Evidentemente, todo nuestro trabajo se basa en unos procedimientos y en una sistemática desarrollada y probada en centenares de proyectos y sometida a auditorías externas, pero esto no es óbice para que siempre estemos buscando oportunidades de mejora y en evitar caer en la rutina.
Las nuevas tecnologías son una parte esencial en este proceso de buscar una forma mejor de hacer las cosas. Herramientas como el BIM se van generalizando y Mace asume este desafío. La aplicación de la metodología LEAN para la planificación y coordinación de los proyectos, la utilización de plataformas web para el manejo y control de la documentación de los proyectos son otros ejemplos de esa nueva forma de hacer las cosas. [ ]
Nº 91 – Marzo - Abril 2018