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La bajada de temperaturas y el comienzo de la época de lluvias hacen que la humedad se incremente hasta un 40% en las viviendas
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Además, vivir en un ambiente húmedo agrava las enfermedades respiratorias, pulmonares y reumáticas
15 de enero de 2018.- Ha llegado definitivamente el invierno y con él, el descenso de las temperaturas y el comienzo de las lluvias. Esta climatología adversa hace que las edificaciones sean más susceptibles de padecer humedades estructurales, tanto las que aparecen por primera vez, como las que se detectaron en primavera/verano y que empeoran con la nueva estación. Concretamente , líder referente en España y Europa en tratamientos contra las humedades, aumenta sus intervenciones en estos meses en un 40% con respecto al resto de estaciones.
Los problemas de humedades estructurales que afectan a los hogares pueden provenir de las aguas del subsuelo que ascienden por los muros (humedades por capilaridad); pueden penetrar en las viviendas a través de las paredes (humedades por filtraciones laterales) o generarse en el interior al tener un excesivo nivel de vapor en el ambiente que genere la condensación del agua (humedades por condensación).
Concretamente, la humedad por condensación es uno de los problemas más frecuentes que podemos encontrar en el hogar en los meses de invierno. Esta patología se genera debido fundamentalmente a las excesivas impermeabilizaciones en los edificios derivada por la hermeticidad de carpinterías (puertas, ventanas, etc.); el bloqueo de la transpiración necesaria de los muros; no airear bien las habitaciones y, sobre todo, realizar tareas domésticas a diario como cocinar, ducharnos, planchar, etc., que hacen que se produzca un excesivo nivel de vapor en el ambiente y se genere la condensación del agua.
Los efectos más visibles de las humedades producidas por la condensación son la aparición de hongos y mohos en esquinas y paredes; cristales empañados en ventanas y espejos; mobiliario y otros objetos deteriorados e, incluso, riesgo en las instalaciones eléctricas. Esta excesiva acumulación de agua en el aire puede, además, provocar consecuencias graves en la salud de las personas que padecen asma, problemas musculares o de huesos, así como enfermedades de tipo reumático, respiratorias como la sinusitis y de la piel como las dermatitis.
Un sistema puntero que elimina las humedades por condensación
Tras más de 60 años de experiencia en el mercado, Murprotec ha desarrollado un sistema exclusivo y patentado con la tecnología más puntera: la Central de Tratamiento del Aire (CTA). Este dispositivo es capaz de ventilar y sanear el aire de viviendas de hasta 120 metros cuadrados de forma eficaz y silenciosa. Además, este sistema no sólo renueva el aire liberando el ambiente de los excesos de humedad, sino que ayuda a conservar la temperatura del hogar, con el consecuente ahorro energético y económico que esto supone, ya que calefactar aire seco a 17 grados es mucho menos costoso que calentar aire húmedo a temperatura ambiente.
Cuando las lluvias provocan que el agua se filtre por los muros
Asimismo, las fuertes lluvias que tienen lugar durante los meses de invierno provocan en muchos casos humedades por capilaridad. El terreno tiene que absorber mucha humedad y los muros de los edificios –que poseen una gran capacidad de absorción del agua subterránea– filtran el agua como si fuera una esponja. Y es en esa fase, cuando los materiales en contacto con el agua subterránea y con la tierra húmeda dejan subir la humedad por sus paredes y capilares, provocando humedades que pueden llegar al metro y medio de altura.
Las humedades por filtraciones también son muy comunes en esta época y suelen aparecer en los garajes, sótanos y plantas bajas. Aparecen cuando el agua presente al otro lado de un muro penetra dentro del edificio a través de la pared de forma lateral. Por ello, todas las estancias en contacto directo con la tierra sobre la que esté construida el edificio son muy sensibles a padecer este tipo de humedades.