El comprador de vivienda ha cambiado. Más decidido, con mayor capacidad económica y con una actitud cada vez más orientada a la inversión, el nuevo demandante residencial refleja un perfil activo en un mercado en transformación. Así lo indica el Informe del Perfil del Comprador 2025, elaborado por Planner Exhibitions a partir de una muestra de más de 560 encuestas realizadas durante y tras la última edición de SIMA.
Uno de los datos más destacados del estudio es el aumento del presupuesto medio declarado por los visitantes, que alcanza los 323.804 euros, un 8,4% más que en 2024. Este incremento se acentúa en el caso de los compradores con perfil no inversor, cuyo presupuesto medio ha crecido más de un 9%. Además, el 29% de los encuestados afirma que necesitaría financiar menos de la mitad del precio de la vivienda, lo que supone un aumento de diez puntos porcentuales respecto al año anterior.
“Lo que estamos viendo es una demanda más preparada financieramente, más informada y más orientada a tomar decisiones en firme. La conclusión es que entre los visitantes de SIMA hay menos indecisión y más capacidad real de compra”, señala Eloy Bohúa, CEO de Planner Exhibitions.
Respecto a la tipología de comprador, el 60,4% de los asistentes declara buscar una vivienda como residencia habitual, tres puntos por debajo de la edición anterior. En cambio, la compra con fines de inversión crece hasta el 27,6%, cuatro puntos más que en 2023. El porcentaje de visitantes interesados en adquirir una segunda residencia se mantiene estable en torno al 10%, mientras que aquellos que acuden con la intención de vender representan aproximadamente un 2%.
Dentro del segmento de compradores de vivienda habitual, el informe detecta un aumento del comprador de reposición, que alcanza el 30,5%, seis puntos más que en 2024. No obstante, el motivo principal de compra continúa siendo el cambio de alquiler a propiedad, con un 38,2% del total. El comprador de primer acceso se mantiene en torno al 22%.
En cuanto a localización, la ciudad de Madrid sigue siendo la zona preferida por la demanda, aunque crece el interés por otros municipios de la Comunidad, especialmente entre particulares. “La descentralización de la demanda es una tendencia estructural. Se consolida el área metropolitana como destino preferente para quienes buscan precio más competitivo y calidad de vida”, afirma Bohúa.
El perfil inversor continúa ganando peso en SIMA. El 27,6% de los encuestados se identifica como tal, y de ellos, el 47% se estrena en la inversión inmobiliaria. “El residencial se está convirtiendo en la puerta de entrada al mundo de la inversión para muchos ahorradores. Es percibido como un activo seguro, comprensible y con retornos estables, algo especialmente valorado en un contexto de tipos a la baja y creciente incertidumbre económica global”, apunta Bohúa. Aunque la seguridad sigue siendo la motivación principal, el interés por la rentabilidad aumenta: un 18% de los inversores espera obtener retornos netos de entre el 10% y el 15%, frente al 12% registrado el año anterior.
En términos de plazos, dos tercios de los participantes prevén cerrar la operación en menos de un año. Este porcentaje se eleva al 74,2% en el caso de los inversores particulares. “Mientras que hasta 2023 predominaba la cautela, en el nuevo escenario de tipos se consolida un perfil de comprador más ágil. Hay más visitantes que vienen a SIMA sabiendo exactamente lo que buscan y con una decisión tomada o a punto de tomarla”, señala Bohúa.
La percepción general sobre el momento actual para comprar también ha mejorado. El 40% de los encuestados considera que es un buen o excelente momento para adquirir una vivienda, frente al 18% que lo valora de forma negativa. Asimismo, se detecta un cambio en la preferencia de financiación: las hipotecas a tipo fijo ganan terreno y pasan del 46% al 56%.
El informe incorpora además datos sobre el comportamiento del visitante durante la feria: el 84% de los inversores asistió a alguna de las conferencias programadas, y el 72% valoró los contenidos como muy o bastante interesantes. Este comportamiento apunta a un perfil más exigente, con mayor interés por la información y más alineado con las nuevas dinámicas del sector.
“La vivienda sigue siendo un anclaje emocional, pero cada vez más también es una decisión racional y estratégica. Eso explica que el perfil del comprador esté cambiando, y que ese cambio no tenga marcha atrás”, concluye Bohúa.