El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha presentado el nuevo Plan RESIDE durante una rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, con el objetivo de proteger el ámbito residencial de la ciudad. Este plan viene a sustituir al Plan de Hospedaje de 2019, que se ha considerado ineficaz para frenar la conversión de viviendas en alojamientos turísticos y la consecuente pérdida de viviendas residenciales en Madrid.
El Plan RESIDE, impulsado por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, pretende frenar la pérdida de población en el centro de Madrid, regular la oferta turística y mejorar la convivencia entre vecinos y visitantes. El plan prohíbe la operación de pisos turísticos en edificios residenciales dentro del centro histórico, fomentando su ubicación en edificios dedicados exclusivamente a actividades turísticas para evitar conflictos de convivencia.
La regulación se simplifica en dos ámbitos principales: el centro histórico y el resto de la ciudad. En el centro, se delimitan áreas específicas donde no se permitirá la operación dispersa de pisos turísticos en edificios residenciales, y solo se autorizarán en edificios no residenciales o en aquellos edificios residenciales que se conviertan exclusivamente en turísticos por 15 años tras una rehabilitación. Además, el plan incluye medidas para transformar edificaciones terciarias obsoletas en residenciales y proteger el comercio de proximidad, limitando la transformación de locales comerciales en viviendas turísticas.
En contraste, fuera del centro histórico, Madrid permitirá la implantación de pisos turísticos bajo las condiciones actuales, con la novedad de que deben disponer de acceso independiente si están en edificios con uso residencial.
Este plan también establece una suspensión temporal de nuevas licencias para pisos turísticos en ciertas zonas desde abril de este año, junto con un régimen sancionador más estricto para quienes operen ilegalmente estos alojamientos.
El proceso de aprobación de la Modificación del Plan General que incluye el Plan RESIDE se llevará a la Junta de Gobierno en diciembre, con un período de información pública de un mes. Tras las alegaciones, se prevé la aprobación provisional en abril, con una entrada en vigor estimada para agosto de 2025.