SIMA 2017 confirma la “vuelta a la normalidad” y a la estabilidad del inmobiliario español

El apetito comprador ha marcado el desarrollo de la nueva edición del Salón Inmobiliario Internacional de Madrid (SIMA), celebrado del 25 al 28 de mayo, que concluyó con un 9% más de visitantes que en la edición del pasado año, según los organizadores. Este importante incremento de asistentes casi duplica el de 2016, que fue del 5%, y constata el período de normalidad y estabilidad en el que ha entrado el sector inmobiliario, tanto de la oferta como de la demanda. Esta es la opinión mayoritaria de los expositores, que destacan además el profundo cambio operado en el perfil del actual comprador de vivienda. Este nuevo perfil de comprador, más informado y exigente, está modificando la manera de relacionarse con él. Descartada la compra compulsiva, ahora el nuevo comprador es mucho más reflexivo e informado. En lo que respecta a su tipología, los dos grupos mayoritarios han sido los formados por jóvenes de hasta 35 años y entre esta edad y los 50 años, que buscan su primera vivienda u otra de reposición, respectivamente. La vivienda de reposición ha sido, sin lugar a dudas, la principal estrella de esta edición de SIMA. Comprar con el objetivo de invertir ha sido otro de los motivos de muchas de las personas que han visitado la feria. El aumento de visitantes que ha acudido a SIMA se añade al aumento de la superficie de exposición, un 25% más que en 2016, hasta llegar a los 13.000 metros cuadrados, y al número de expositores, un 20% más, hasta los 275, de los que más del 10% han venido de fuera de España, sobre todo de Latinoamérica y Estados Unidos. La presencia de expositores internacionales se ha sextuplicado en 2017 con respecto a 2015. La reactivación de nuestro sector inmobiliario y la recuperación de nuestra economía explican este renovado interés por España. Así ha sido para la numerosa delegación de Argentina, que ha acudido a SIMA como país invitado. Pero tras estos datos aflora una interesante realidad: la recuperación del sector residencial español (aunque de forma desigual y a distintas velocidades) y la vuelta de los promotores al primer plano de la actividad y del escaparate que supone SIMA. Donde hace apenas tres años dominaban los stands de entidades financieras vendiendo activos adjudicados por falta de pago, ahora han cogido el relevo los pro motores inmobiliarios vendiendo en muchos casos producto sobre plano, lo que da idea de la presión de la oferta, especialmente en Madrid, Barcelona y algunas zonas de Costa. Sin duda, en la edición de este año de SIMA se respiraba otro ambiente, muy diferente del de los duros años de la crisis. [ ] Nº 87 – Junio - Julio  2017