Nuveen, una de las gestoras de inversión más importantes del mundo, acaba de publicar el informe de perspectivas para 2023, en el que se prevé un panorama de mercado accidentado.
En el informe, los miembros del Comité de Inversión Global de Nuveen analizan lo que cabe esperar de la economía y los mercados en el próximo año, teniendo en cuenta las variables actuales que pueden afectar a los mercados internacionales y cuáles son las mejores ideas de inversión.
Una de las principales conclusiones que se destacan en el informe es que es probable que la inflación y la presión ejercida por las subidas de los tipos de interés disminuyan en 2023, pero aumentan los riesgos de recesión. Nuestro escenario central contempla una recesión leve en Estados Unidos, aunque un entorno peor en Europa.
Los miembros del Comité de Inversión Global de Nuveen creen que los inversores deberían centrarse en clases de activos no cíclicos e inversiones menos correlacionadas con el crecimiento económico. Además, sugieren ampliar modestamente la duración y evaluar cuidadosamente el equilibrio entre los mercados cotizados y privados, dadas las fuertes ventas que han sufrido los primeros.
En lo que al sector inmobiliario se refiere, Carly Tripp, Global Chief Investment Officer and Head of Investments for Nuveen Real Estate, estima que los vientos en contra del sector inmobiliario privado van en aumento y prevemos que la volatilidad persistirá (y quizás incluso aumentará). El volumen de transacciones se ha ralentizado y la liquidez es cada vez más escasa. Pensamos que los fundamentales siguen siendo sólidos y creemos con firmeza en los argumentos a largo plazo a favor de las inversiones inmobiliarias privadas cuidadosamente seleccionadas, pero también anticipamos que estamos entrando en una fase en la que la ralentización del flujo de operaciones y la escasa liquidez serán factores a corto plazo más relevantes que los fundamentales.
Un enfoque para este entorno más desafiante es priorizar la deuda inmobiliaria sobre el equity (en parte debido a que los financiadores prevén en líneas generales que los tipos acaben bajando). En los mercados de deuda, las mejores oportunidades las vemos en el sector industrial y, en menor medida, en el de vivienda. También estamos observando oportunidades diferenciadas, atractivas e idiosincrásicas en distintas zonas geográficas: En EE.UU., nos centramos en clínicas médicas especializadas que se benefician de una tendencia creciente hacia los procedimientos ambulatorios; nos gustan la viviendas europeas periféricas (concretamente para el alquiler) en zonas que disfrutan de una creciente industrialización; y en Asia preferimos inversiones como las residencias para la tercera edad en Tokio y las residencias de estudiantes australianas.