Pese al efecto negativo de la COVID-19 sobre sus oficinas y centros comerciales, la compañía ha obtenido un beneficio contable de 55,7 millones de euros
Merlin Properties ha obtenido un beneficio contable de 55,7 millones de euros durante el primer trimestre, lo que supone un 44% anual más. La compañía ha presentado sus resultados financieros correspondientes a los tres primeros meses del año, en los que se observa una facturación de 126,4 millones de euros y un Ebitda recurrente de 87 millones.
La compañía ha cerrado el trimestre con un nivel de endeudamiento (“LTV”) del 39,7% (-20 pbs) y “excelentes ratios financieros”, según ha informado en un comunicado. Merlin cuenta con una posición de tesorería y equivalentes de 1.291 millones y no afronta vencimientos de deuda en 2021.
Respecto a sus oficinas, pese al incremento de renta medio en las renovaciones (release spread) del 2,8%, han disminuido las rentas comparables (like-for-like o LfL) un 2,9% debido al incremento del vacío y a la indexación negativa por IPC. En este sentido, la empresa expone que la ocupación se mantiene afectada por la destrucción de empleo y se sitúa en el 89,3%.
Tal y como avanza la entidad, las obras en Castellana 85 en Madrid y Monumental en Lisboa están a punto de finalizarse y se entregarán en el próximo mes, con ambos edificios 100% ocupados. Únicamente queda por arrancar el último gran proyecto de este plan, Plaza Ruiz Picasso en Madrid, que comenzará en el tercer trimestre.
En lo que se refiere a la logística, este sector “continúa evolucionando bien”, afirman. En concreto, registra un crecimiento LfL positivo del +0,8% y un release spread del +2,9%. La compañía asegura que ha sido un “excelente trimestre en contratación con más de 143.000 m² firmados, incluyendo nuevos proyectos. Tras el cierre del primer trimestre, se han firmado alquileres por más de 70.000m2, por lo que estima volver a una casi plena ocupación a final de año.
Sobre los centros comerciales, Merlin recuerda que el primer trimestre ha estado marcado por fuertes restricciones a la actividad comercial y de restauración en toda la Península Ibérica, por lo que las rentas LfL han bajado un 2,9%. Además, sus centros han sufrido caídas significativas en los últimos doce meses en cuanto a ventas y afluencias de en torno al 40% anual, con escasa influencia de la COVID-19.
Las bonificaciones otorgadas a los arrendatarios sitúan la tasa de esfuerzo en niveles muy saludables del 12,5%, con ligera mejora de las ventas respecto al último trimestre de 2020 y buen comportamiento de los consumidores en las reaperturas que estamos viviendo.
Pese a que el beneficio operativo cayó un 15,3% en los tres primeros meses del año, hasta los 63,3 millones de euros, la compañía prevé superar las estimaciones realizadas inicialmente para el conjunto del año, toda vez que la actividad vaya registrando una normalización a lo largo del año.