Proponen un Plan de acceso a la primera vivienda y el fomento de la rehabilitación y regeneración urbana
Las promotoras de Valencia APROVA, integrantes de la Federación de Promotoras de la Comunidad Valenciana (Feprova), lanzan una propuesta para revitalizar el sector como actor multiplicador de la economía. Afirman que el sector inmobiliario es un sector tractor de la economía con una potente capacidad para crear empleo y riqueza no solo directamente, sino indirectamente.
Los promotores valencianos señalan que, aunque son muchas las medidas que desde el sector se podrían proponer para la reconstrucción de la actividad en la Comunidad Valenciana, su propuesta se centra exclusivamente en dos: medidas de impulso al acceso a la primera vivienda y las de impulso a la rehabilitación de vivienda y regeneración urbana.
Medidas de impulso al acceso de la primera vivienda
En la propuesta de Medidas de impulso al acceso de la primera vivienda APROVA plantea una cobertura (aval / seguro) por la Generalitat Valenciana de la parte del préstamo hipotecario por importe desde el 80% al 100%, con un objetivo de 15.000 viviendas. Dirigidas a menores de 35 años o familias numerosas sin límite de edad para adquisición de primera vivienda de nueva construcción.
Los promotores valencianos argumentan que el impacto sociodemográfico de estas medidas es evidente, “ante la necesidad de políticas activas que impulsen el acceso a la primera vivienda de jóvenes, lo que incrementaría la tasa de emancipación y la creación de nuevos hogares con el consiguiente incremento de la natalidad y el adelanto de la edad de maternidad, actualmente de 32 años en la Comunidad Valenciana”.
Además del efecto sociodemográfico, el impulso del acceso a una primera vivienda de los jóvenes tendría un efecto económico casi inmediato, materializado a través del empleo generado y la recaudación de impuestos que implica la construcción de vivienda nueva. Así, el impacto de la construcción de 15.000 viviendas en la Comunidad Valenciana para atender las necesidades de vivienda “supondría la creación de 36.000 empleos y la recaudación de 690 millones de euros para las arcas públicas”.
En cuanto a los riesgos que podría asumir la Administración con esta medida, los promotores estiman que no es equiparable a los beneficios sociales y económicos que se plantean. “El riesgo que se asume es el del posible impago de la hipoteca por parte del comprador y este es bajo, con niveles reducidos y manejables actualmente. En cualquier caso, y una vez puesta en marcha la iniciativa, el riesgo podría transferirse a la iniciativa privada como un producto financiero más”. En una hipótesis de aproximación, para las 15.000 viviendas propuestas con un precio medio de 180.000 euros, un default o impago desde el inicio y con la ratio más alta desde que existen registros, el coste que asumiría la Generalitat Valenciana podría alcanzar los 34 millones de euros en un escenario extremo. En la práctica el impago debería calcularse a lo largo de los 10 años de cobertura estimada, por lo que el importe de la cobertura sería mucho menor y distribuida en esos diez años.
Medidas de impulso a la rehabilitación de vivienda y regeneración urbana
En este ámbito APROVA indica que “los objetivos que nos vienen marcados por Europa en materia de cambio climático y eficiencia energética, la situación de nuestro parque de edificios, la compleja situación económica y el elevado desempleo, confluyen directamente en la necesidad de que se proceda a un serio y decisivo impulso a las actividades de rehabilitación de edificios, con el objetivo de mejorar su eficiencia energética, sus condiciones de accesibilidad y su estado de conservación. La rehabilitación de edificios constituye asimismo un motor de crecimiento y empleo”.
La rehabilitación de vivienda, aunque en volumen de proyectos es mucho menor que la construcción de vivienda nueva, puede tener un impacto importante en la economía y en la mejora tanto de habitabilidad como medioambiental de las viviendas. La calidad de vida de la ciudad implica cubrir una serie de necesidades urbanas dirigidas a la reducción del impacto medioambiental planificando adecuadamente el crecimiento urbano y revalorizando la ciudad con la rehabilitación estructural y energética. En línea con las recomendaciones de la Declaración de Toledo, se abren diversos ámbitos de actuación, como la edificación y la ocupación de suelo, el consumo energético, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), la movilidad urbana, la calidad del aire, el consumo de materiales, la generación de residuos municipales, el ciclo urbano del agua, la biodiversidad y la huella ecológica urbana.
Todo esto plantea un amplio margen para la mejora de la calidad de vida que generaría, por otro lado, una importante línea de actividad para el sector de la construcción.
El estado en el que se encuentra el parque de viviendas de la Comunidad Valenciana es bueno en su mayoría, sin embargo, el 10% se encuentra en estado ruinoso, malo o deficiente. Esto implica que más de 315.000 viviendas podrías ser susceptibles de rehabilitación o reforma. Durante 2019, según datos del Ministerio de Fomento, se rehabilitaron en la Comunidad Valenciana 3.260 viviendas. “Esta cifra es muy inferior a lo deseado, y las medidas propuestas por las diferentes Administraciones no han sido capaces de impulsar proyectos suficientes para que esta actividad haya supuesto un revulsivo tanto económico como social”, afirman los promotores valencianos.
Tampoco su impacto medioambiental, dado el bajo volumen de proyectos, ha sido significativo. Por todo ello, “con el objetivo de mejorar la eficiencia energética, las condiciones de accesibilidad y el estado de conservación de viviendas y edificios, y buscando, por otro lado, que esta actividad sea lo suficientemente importante como para ejercer de impulso al empleo y a la generación de riqueza, se deben desarrollar medidas de apoyo a la rehabilitación y regeneración urbana, ampliando la inversión y mejorando la efectividad de las mismas”.
APROVA destaca que la rehabilitación debe acometerse siempre que un estudio previo justifique que esta alternativa es mejor, según criterios de eficiencia económica, que la construcción de vivienda nueva, “pues cabe la posibilidad que, en algunos proyectos, las circunstancias de distribución, espacios, conservación del inmueble, etc., indiquen que una rehabilitación no compense si los recursos económicos y de tiempo superan ampliamente los beneficios de la misma”.