Ferrado Inmuebles, la empresa de inversión inmobiliaria de Sandra Ortega, hija de Amancio Ortega, entró en números rojos con una pérdida neta de 43,3 millones de euros en 2023. El año anterior alcanzó 11,5 millones de euros de beneficios. Este es el primer resultado negativo tras la pandemia, cuando perdió 128 millones de euros.
La clave se encuentra en una depreciación de 52,4 millones de euros que ha pesado en el cierre del ejercicio. Las subidas de tipos de interés en Estados Unidos o Inglaterra, así como la devaluación del euro frente al dólar, se tradujeron en descensos en los valores de tasación de los inmuebles de la compañía y de sus filiales directas en los años pasados.
Rosp Corunna, la matriz de las sociedades de Sandra Ortega, obtuvo un beneficio de 149,4 millones de euros en 2023, lo que supone un descenso del 27,7% respecto a las ganancias de 206,8 millones registradas un año antes, si bien aumentó un 11,3% su patrimonio neto, hasta los 1.403 millones de euros.
La firma elevó el importe neto de la cifra de negocios un 1,9% en 2023, hasta los 204,4 millones de euros. La sociedad registró un resultado de explotación de 157,7 millones el año pasado, casi un 25% menos que los 210,2 millones obtenidos en 2022.
El negocio desarrollado por la corporación consiste en la gestión de sus participaciones en sus filiales Rosp Corunna Participaciones Empresariales y Ferrado Inmuebles, que generaron un beneficio de 213,7 millones de euros y unas pérdidas de 43,4 millones de euros, respectivamente.