Ramón García, director general del Centro Español de la Logística, explora cómo las tendencias emergentes en el retail físico y online están remodelando la logística urbana y analiza el desafío de adaptar las ciudades a una nueva era de distribución de última milla.
¿Qué tendencias del e-commerce están impactando directamente en el sector logístico, especialmente en la logística de última milla?
Ramón García: Lo primero a destacar es el crecimiento sostenido del e-commerce. Hemos observado un aumento notable y no solo en la cifra global de negocios. Desde 2019 hasta el primer semestre de 2023, el peso de las ventas de e-commerce con entrega física ha crecido un 79%. Si nos remontamos a 2019, alrededor del 27%-28% de todas las ventas online necesitaban entrega física, pero ahora, esta cifra ha escalado a casi el 32%, incluso sobre un volumen de ventas mucho mayor.
Aunque el e-commerce ha crecido considerablemente, no ha alcanzado las expectativas de crecimiento inicialmente previstas. Los grandes actores del sector se habían preparado para un aumento mayor. De hecho, ahora estamos viendo un cierto retorno al comercio tradicional, lo que constituye una de las grandes tendencias actuales.
Este crecimiento en el volumen de entregas físicas se traduce en un incremento del tráfico en las ciudades, lo que conlleva una mayor congestión. Resumiendo, estamos viendo un gran aumento en las entregas, pero también un retorno gradual al retail físico.
¿Cómo están respondiendo las tiendas físicas al desafío del entorno omnicanal y qué papel juega la logística en su adaptación?
R.G: Es fundamental reconocer que en el comercio electrónico existen principalmente dos tipos de jugadores: los pure players, que solo venden en línea, y los minoristas tradicionales con tiendas físicas. La ventaja de los minoristas tradicionales es su capacidad de ofrecer a los clientes una experiencia de compra flexible, permitiéndoles comprar, recoger y devolver productos a través del canal que prefieran.
Esto representa una ventaja competitiva significativa, ya que se centra en el cliente y permite una mayor flexibilidad en el proceso de compra y devolución. Además, esta estrategia facilita la venta cruzada, especialmente cuando los clientes visitan las tiendas físicas para recoger o devolver productos.
Desde una perspectiva logística, para adoptar una estrategia omnicanal efectiva, es crucial integrar los procesos logísticos en las operaciones habituales. Esto se debe a que la logística de una tienda física y la del e-commerce son fundamentalmente diferentes en términos de frecuencias, tamaños, momentos de envío y preparación de pedidos.
El principal desafío para el retail en este contexto es gestionar adecuadamente los inventarios, dado que las operaciones logísticas son tan distintas. Algunos minoristas han modificado sus procesos existentes, mientras que otros han buscado soluciones logísticas que integren ambos enfoques. El verdadero reto aquí es ser capaz de manejar eficientemente el mismo producto en todos los canales, tanto en flujos directos como inversos, y adaptarse a comportamientos de compra muy diferentes. Este es el gran desafío logístico que se esconde detrás de la creciente actividad en el sector.
"El verdadero reto aquí es ser capaz
de manejar eficientemente el mismo
producto en todos los canales"
¿Qué estrategias o innovaciones está adoptando el sector logístico para ser más ecoeficiente?
R.G: Estamos viviendo una convergencia de varios factores. Primero, hay un cambio en los hábitos de consumo con un aumento en las ventas online y una mayor complejidad en la gestión de canales de venta y devolución. Segundo, estamos observando un incremento en la normativa ambiental, especialmente con la implementación de zonas de bajas emisiones en numerosos municipios españoles. Y tercero, la emergencia de nuevas tecnologías está cambiando el panorama.
Las empresas están respondiendo a estos desafíos de varias maneras. A corto plazo, la adopción de vehículos con energías alternativas, como la electrificación o el gas natural, es una tendencia destacada. Además, se está haciendo un uso más eficiente de los recursos mediante tecnologías como optimizadores de rutas y gestores de flotas, lo que permite una mejor gestión de las entregas.
En el caso específico de los retailers, una estrategia interesante es el uso de sus tiendas como hubs para la entrega domiciliaria, centralizando así las entregas en un punto y luego distribuyéndolas localmente. Estas son tácticas inmediatas, pero mirando hacia el futuro, la colaboración entre diferentes actores del sector es crucial. Hay que pensar cada vez más en ciudades adaptadas a la logística y no al revés. Esto requiere un conocimiento profundo de los patrones de movimiento dentro de la ciudad, como horarios, volúmenes y frecuencias.
Otro aspecto importante es la concienciación sobre la sostenibilidad en todos los eslabones de la cadena, no solo entre los consumidores, sino también entre las empresas. Es vital entender el impacto de las operaciones y tomar decisiones conscientes para mejorar la sostenibilidad.
"El siguiente paso es crear soluciones en
contextos de colaboración privada-privada,
público-privada y público-pública"
¿Cuáles son los principales retos que enfrenta la distribución urbana de última milla y cómo se pueden superar?
R.G: El principal desafío que enfrentamos ahora es la falta de urbanización a nivel normativo. Este es uno de los grandes retos y yo creo que la colaboración tanto pública como privada es la asignatura pendiente. La colaboración público-privada para encontrar soluciones es sumamente importante porque en la distribución urbana tú tienes que gestionar un recurso tan compartido como la ciudad, donde todos tienen el mismo derecho a usarla. Necesitamos generar soluciones armoniosas que permitan a todos, ciudadanos y empresas, realizar sus actividades diarias.
Primero, debemos conocer lo que realmente sucede en nuestras ciudades y soy muy insistente en el tema de los datos. Actualmente, hay un gran desconocimiento de lo que ocurre en las ciudades por parte de los gestores municipales. Además, las normativas locales, en muchos casos, no están pensadas para la distribución urbana y necesitan adecuarse. En España, con más de 8.100 municipios y cada uno con su normativa, es imprescindible armonizar estas regulaciones.
Una vez que tengamos normativas más adaptadas a la distribución urbana y un conocimiento más profundo de lo que sucede en nuestras ciudades, el siguiente paso es crear soluciones en contextos de colaboración privada-privada, público-privada y público-pública.
¿Cómo ha evolucionado la relación entre el retail y la logística y qué cambios anticipa para el futuro?
R.G: El retail ha adoptado una estrategia omnicanal, considerando el e-commerce como un canal adicional en su estrategia global. Las tiendas físicas no solo actúan como puntos de venta tradicionales, sino también como centros de distribución y recolección para compras online. Esto ha llevado a una integración efectiva de operaciones online con tiendas físicas, mejorando la eficiencia logística y ofreciendo una experiencia de compra más integrada.
Mirando hacia el futuro, se anticipa un cambio en la actividad logística, con una tendencia hacia la reducción del número de puntos de venta físicos y la integración más efectiva de las operaciones online y físicas. Se prevé una evolución hacia espacios de retail dedicados principalmente al testeo de productos, funcionando más como showrooms donde los clientes pueden probar artículos, pero realizan las compras a través del canal online. Este modelo híbrido, combinando lo mejor del comercio electrónico y la experiencia de compra física, refleja la permanencia del e-commerce y la importancia del aspecto social y experiencial de las compras.