El grupo Baraka respetará la fachada del Edificio España, que ha comprado por 265 millones

El grupo Baraka  respetará la fachada del Edificio España, que ha comprado por 265 millones
Trinitario Casanova ha mantenido conversaciones con posibles inquilinos del inmueble para garantizar la viabilidad  económica de la operación
21 de julio de 2016.- El 'holding' murciano Baraka ha llegado a un principio de acuerdo con Wanda para cerrar la compra del emblemático Edificio España por 265 millones de euros, una cifra similar a la que el grupo chino pagó por el inmueble al Banco Santander en 2014. La operación, que ha levantado numerosos comentarios en el sector inmobiliario por su importe y por el perfil del comprador, podría quedar totalmente cerrada después del verano, una vez finalizada la correspondiente "due diligence". El protagonista de la compraventa es el empresario murciano Trinitario Casanova, uno de los pocos que ha salido indemne de la reciente crisis que tanto ha afectado al sector inmobiliario, y el impulso sería la ratificación del equipo de Manuela Carmena en su postura de impedir que se derribe el inmueble, amparándose en la Comisión Local de Patrimonio Histórico (CLPH). Según ha podido saber Observatorio Inmobiliario, el proyecto se abordará de forma unitaria y seguirá las directrices del Ayuntamiento en cuanto a respetar la fachada y los elementos protegidos. "Es un proyecto para poder pedir licencia mañana mismo", afirman fuentes cercanas a la operación, que también  nos han avanzado que el proyecto unitario será abordado y desarrollado técnicamente por Trinitario Casanova, a través de  su grupo empresarial. A pesar de que no ha sido la única, la oferta de Trinitario Casanova ha superado con creces a otras que intentaban hacerse con el edificio (algunas de las más elevadas se plantaron en torno a los 180 millones de euros). De hecho ahora el principal punto de controversia en el sector es la  rentabilidad de la operación, dado el importante volumen de inversión que será necesario aportar para rehabilitar el inmueble, que lógicamente habrá que sumar al precio pagado por la adquisición.  Esto lógicamente repercutiría en el precio del metro cuadrado en cualquiera de los usos previstos: comercial, residencial y hotelero. No obstante, fuentes consultadas por Observatorio Inmobiliario afirman que, dada la experiencia de Trinitario Casanova en este tipo de operaciones -aunque hasta ahora de menor cuantía-,  antes de abordar una actuación de estas características ya ha mantenido conversaciones con terceros -posibles inquilinos de los diferentes usos del inmueble-  para garantizar que sea viable la operación de reposicionamiento del edificio. El grupo Baraka está presente en diversos sectores, como el inmobiliario, la explotación de supermercados, la promoción de conciertos o empresas de genética y biotecnología. Esta sería la segunda gran operación inmobiliaria protagonizada por Casanova en Madrid este año, tras vender el número 44 de la Gran Vía de Madrid, edificio que adquirió a Bankia y que, tras un delicado trabajo de gestión inmobiliaria,  pocos meses vendió con importantes plusvalías al grupo Hines. En 2015, compró a Peugeot España la sede que tenía en la Avenida de los Toreros.