Cada vez son más las empresas que están en búsqueda de oficinas flexibles, esta afirmación de Carolina Villax, Head of Tenant Representation de JLL, está recogida en el informe “Portugal Flexible Space Trends” que se ha presentado en Portugal.
Antonio Gil, socio del Grupo Iberinmo, ha sido quien ha presentado y moderado el debate sobre el informe. La demanda de espacios flexibles es debido a la incertidumbre económica que se vive a día de hoy. Además, estas oficinas permiten firmar contratos más cortos, evitando de esta manera grandes inversiones.
En Lisboa, las oficinas de este tipo presentan una ocupación media del 90% en el centro, lo que refleja una fuerte demanda que supera la oferta disponible. JLL estima una demanda activa de 400 estaciones y prevé que el take up de 2025 supere los 1.415 puestos contratados en 2024. Actualmente, la ciudad cuenta con 146.000 m2 de oficinas flexibles, un 20% creados en los últimos tres años. El precio medio por puesto de trabajo oscila entre 400 y 800 euros.
En Oporto, la ocupación media es más baja (55%), con 31.000 m2 disponibles, lo que supone apenas el 1% del stock total de oficinas. El precio medio por escritorio es más reducido, entre 200 y 300 euros.
El informe concluye que los espacios de oficinas flexibles están ganando protagonismo en Portugal, atrayendo sobre todo a empresas tecnológicas interesadas en el trabajo híbrido, la flexibilidad, la reducción de costes y la sostenibilidad. Se espera una mayor expansión en Lisboa y la entrada de nuevos actores en el mercado.
Oficinas flex en España
Por otro lado, Carolina Villax también explicó que "El negocio de las oficinas flexibles en España continúa su expansión y se presenta como una alternativa frente al mercado tradicional".
Según los datos presentados, las principales ciudades españolas concentran un volumen de estaciones de trabajo flexible mayor que las portuguesas. Solo en Madrid y Barcelona se absorbieron unas 7.000 y 8.000 estaciones de trabajo respectivamente, aunque estas cifras representan apenas entre el 20% y el 25% del mercado total, al estar intermediadas por brokers.
En términos de peso dentro del stock inmobiliario, Barcelona destaca con un 3,2% de espacios flex, frente al 1,8% de Madrid, debido a su entrada más temprana en este modelo. Sin embargo, la capital española mantiene un mayor potencial de crecimiento: la demanda es alta y la disponibilidad en el distrito financiero supera el 90%, aunque en áreas periféricas desciende al 70%. En Barcelona, la media de ocupación se sitúa en el 76%, con picos del 85% en el centro.
Uno de los factores que está marcando el ritmo de evolución es la implicación de los propietarios. El 12% de los contratos entre dueños y operadores en España ya se firman bajo el modelo de gestión, frente a más del 50% en Reino Unido. “Lo que vemos en el mercado británico acabará llegando a toda la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África)”, apuntaron desde JLL. Además, las operaciones no solo son más numerosas, sino también de mayor tamaño. Mientras que hace unos años las compañías contrataban pequeños espacios, ahora se firman acuerdos para 100 o 150 puestos de trabajo. Incluso sectores tradicionales, como el legal, han empezado a apostar por este modelo, tradicionalmente más ligado a la tecnología y las startups.
Las previsiones para el futuro son optimistas. Actualmente, los espacios flexibles representan un 3% del parque total en España, pero se espera que alcancen el 8% en los próximos cuatro o cinco años. Este avance será debido a la expansión de las oficinas gestionadas y la reconversión de edificios de uso tradicional. “El flex ha dejado de ser el hermano pequeño del sector inmobiliario para convertirse en una solución real que buscan los ocupantes por su calidad, flexibilidad y servicios añadidos”, concluyeron los expertos.
En resumen, lo que antes parecía una moda pequeña, ahora se está convirtiendo en una opción seria y en crecimiento dentro del mercado de oficinas.