El proyecto, que sustituye a la denominada Operación Chamartín, se ha concebido como la mayor intervención urbanística de Europa y pretende convertir el norte de Madrid en un gran centro de negocios en torno a la estación de trenes de Chamartín.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna; la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y el presidente de DCN, Antonio Béjar, han ofrecido en una rueda de prensa los detalles de este proyecto, paralizado desde hace 24 años.
Todas las partes se han comprometido a desistir de los procedimientos judiciales en curso contra el acuerdo plenario de mayo de 2016, que rechazó la Operación Chamartín, concebida en 1993, aprobada en 1997 y reactivada en 2015.
En su lugar, Carmena planteó bajo el nombre de 'Madrid Puerta Norte' rebajar a la mitad el área urbanizable -1,7 millones de metros cuadrados- y reducir de 17.000 a 4.600 el número de viviendas construibles.
La superficie total de construcción del nuevo proyecto será finalmente de 2,68 millones de metros cuadrados, de los cuales 1,2 millones estarán destinados a oficinas.
En la zona financiera habrá 300.000 metros cuadrados de parcelas para viviendas, aunque la mayor parte de la zona residencial estará situada al norte de la M30, una de las principales vías de circunvalación de la capital.
Con el acuerdo, el número de viviendas pasa de las 17.000 previstas inicialmente por los promotores a 11.000, de las cuales un 20 % tendrán algún tipo de protección.
Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Madrid han anunciado que a las cerca de 2.200 viviendas protegida se añadirán otras 1.900 calificadas como libres, lo que eleva el porcentaje al 37 %.
En el área de actuación también habrá zonas verdes y se pondrán en marcha los sistemas de transporte "adecuados para garantizar una movilidad sostenible", según ha explicado el Ayuntamiento de Madrid en una nota de prensa.
La estación de Chamartín, eje del proyecto, incorporará diez nuevas vías, hasta sumar un total de 31, de las cuales 18 estarán dedicadas a la líneas de Alta Velocidad en lugar de las seis actuales y 13 a Cercanías.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha comentado que esta operación era "muy difícil" de afrontar desde el punto de vista técnico y político, pero ha destacado que finalmente se han reunido "los intereses de todas las partes".
"Queda un trabajo por delante muy importante pero se ha hecho posible lo que algunos pensaban que era imposible y éste es un buen comienzo para poder garantizar de forma definitiva el éxito", ha declarado.
Según sus cálculos, el proyecto supondrá una inversión de cerca de 6.000 millones de euros y generará alrededor de 200.000 puestos de trabajo.
"Es un día muy importante para Madrid, el Ayuntamiento se siente orgulloso de haber hecho una puerta para negociar y haber encontrado interlocutores", ha dicho la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, "emocionada" con el acuerdo.
Tras dar las gracias a todas las partes que han hecho posible con "voluntad" y "habilidades" llevar a buen término la negociación, ha pedido el apoyo del resto de los grupos municipales y fundamentalmente del PSOE para seguir adelante.
Tanto desde Fomento como desde el Ayuntamiento de Madrid calculan que la modificación del Plan General de Ordenación Urbana, paso fundamental para dar luz verde al proyecto, podría estar aprobado a finales de 2018 en el Pleno municipal.
Posteriormente, esta modificación tendrá que ser ratificada por el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Los grupos municipales de la oposición en el Ayuntamiento de la capital (PP, PSOE-M y Ciudadanos) han valorado el acuerdo, aunque han condicionado su apoyo al proyecto a la espera de conocer más detalles.
Por su parte, la consejera de Economía, Empleo y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Engracia Hidalgo, ha señalado que apoyarán el proyecto siempre que sea "un buen desarrollo para los intereses de los habitantes" de la región.