La plataforma de crowdfunding inmobiliario española Urbanitae se ha expandido a Italia, con la meta de establecerse como uno de los principales actores del sector en el país. Desde que comenzó su actividad en junio de 2019, Urbanitae ha financiado proyectos en España con un valor total superior a 240 millones de euros, representando más del 60% del total de volumen transaccionado en la financiación participativa en España.
La internacionalización de Urbanitae comenzó en diciembre, con operaciones iniciadas en Francia y Portugal, y se ha extendido ahora a Italia, identificado como un mercado con potencial de crecimiento. En su primer año en Italia, Urbanitae planea financiar proyectos por un valor de 50 millones de euros, apoyándose en un equipo local encabezado por Carlo Magnoni, un profesional con más de 20 años de experiencia en inversión y desarrollo inmobiliario que ha trabajado con importantes fondos de inversión y en roles destacados dentro del sector.
El objetivo de Urbanitae es convertirse en la principal plataforma europea de financiación participativa de activos inmobiliarios en dos años
Diego Bestard, CEO y cofundador de Urbanitae, destaca que la experiencia y resultados positivos en España son fundamentales para alcanzar una posición significativa en el mercado italiano. El objetivo de Urbanitae es convertirse en la principal plataforma europea de financiación participativa de activos inmobiliarios en dos años. Según Carlo Magnoni, a pesar de que el crowdfunding inmobiliario es un fenómeno más reciente en Italia en comparación con otros países europeos, ha mostrado un crecimiento notable y Urbanitae se compromete a impulsar esta tendencia.
Urbanitae está especializada en grandes operaciones de crowdfunding inmobiliario, generalmente entre dos y cinco millones de euros, permitiendo a inversores de diverso tamaño participar en proyectos inmobiliarios de envergadura que generalmente están reservados para inversores profesionales. Ofrece dos modelos de financiación principales: el 65% de las operaciones se realizan bajo el formato de equity o plusvalías, convirtiendo a los inversores en accionistas de la entidad que lleva a cabo el proyecto, mientras que el 35% restante son proyectos de deuda, proporcionando líneas de crédito a promotores para financiar proyectos inmobiliarios.